Teatro San Martín de Rancagua, un patrimonio cultural e histórico que lucha por no desaparecer

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La batalla de subsistencia que están dando sus gestores logra un respiro gracias a recursos del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, asegurando el funcionamiento de la iniciativa cultural para este 2024. Más allá de esto, el futuro del histórico recinto está en riesgo y casi condenado a morir


A finales de 2023 había inquietud por el futuro del Teatro San Martín de Rancagua, ya que a pesar de los tres años de gestión cooperativa el cierre anual llegaba sin tener asegurada su continuidad para el próximo. Fue entonces que una inyección de recursos desde el nivel central del Ministerio de las Culturas, Artes y el Patrimonio, a través del Programa de Apoyo a Organizaciones Culturales Comunitarias, PAOCC, entregó más de 39 millones de pesos para su programación cultural.

La Directora General de Teatro San Martín, Pamela Ríos explicó que el trabajo ad honorem de los últimos años ha sido un proceso lleno de desafíos y que han recibido buena acogida de diferentes estamentos, pero que esto no se ha  concretado en aportes permanentes.

“Como el teatro es independiente y autogestionado, no recibe aportes del ministerio o del municipio, ni nada, hasta este fondo que nos llegó hace poco, el teatro estaba en peligro. Porque finalmente toda la infraestructura que ya va a tener 100 años, hay que mantenerla; el equipo de trabajo, que es multidisciplinario y trabaja ad honorem; nos impidió de cierta forma gestionar los recursos para mantener el espacio en su momento, por lo que nos vimos súper afectados”, explicó Ríos.

Para la gestora existe la necesidad de garantizar un trabajo más fluido tanto del espacio como del equipo de trabajo, aunque reflexiona que la tarea realizada “a pulso” hasta aquí han dado grandes frutos, “es momento que el proyecto crezca en términos de formalizar y legitimar el espacio. Que finalmente el teatro sea reconocido como un edificio patrimonial e histórico, que se pueda restaurar el espacio, pero en manos del municipio, la Gobernación o el Ministerio”, sostuvo la directora del Teatro San Martín. 

Sin embargo, ese camino parece complejo puesto que la propiedad del recinto, ubicado en pleno centro de la capital regional de O’Higgins, es privada, por lo que la gestión de fondos públicos directamente no parece viable. “Para eso se están haciendo las gestiones correspondientes que permitan financiamientos directos o a través de la ley de donaciones culturales, aunque sabemos que se ha vuelto difícil la misión al ser un edificio privado”.

En ese sentido, explicó Ríos “llevamos tres años de gestión, ya sacamos nuestra personalidad jurídica, a partir de ahora podremos comenzar a ver el teatro con otros ojos, con más calma (…) porque necesitamos tener otros brazos, otras opciones para obtener recursos de otros lados, con la gente que allí trabaja”.

 

Así mismo, manifestó que “todos los actores políticos locales involucrados han estado dispuestos a escucharnos, sin embargo los tiempos burocráticos no son los que nosotros necesitamos, porque ya necesitamos otro tipo de aportes, más allá de los que nos hace el público, que ha sido bastante”.


San Martín alternativo

El vetusto edificio ubicado en lo que alguna vez fuera  la arteria céntrica más ancha de la urbanización, rancagüina en el borde poniente del damero fundacional, es un testimonio de otra época que con su nueva gestión ha desarrollado una oferta cultural independiente, “hemos sido una alternativa para muchos artistas locales, nacionales e internacionales. Nos hemos convertido en un espacio súper integral e inclusivo”, afirmó Ríos.

A su vez, en su propio arco dramático al longevo espacio se han acercado desde creadores locales hasta tribus urbanas, sin limitarse, al intentar la acogida de diversas manifestaciones, algunas impensadas, según su Directora General. “Han llegado hasta el Teatro San Martín personas que ni siquiera habríamos imaginado que íbamos a tener contacto, por ejemplo, hay un grupo del Hospital Regional que trabaja con personas con diferentes capacidades y que llegaron a presentar su obra”, ejemplificó.

 

Por lo mismo, cree en el rol que desempeña el teatro con la comunidad, por lo que “estamos súper abiertos a recibir todo tipo de propuestas, venga desde venga porque creemos que el teatro es para todos, el espacio es multidisciplinario, lo queremos gestionar como una sala de eventos donde se pueden hacer múltiples cosas, entonces por ahí siempre estamos escuchando a la comunidad, siempre estamos recibiendo propuestas, leyendo, investigando cuáles son las nuevas creaciones que se están dando. Qué es lo que está pegando más”.

Pero el impacto de este quehacer artístico también ha repercutido en rancagüinos a los que el recinto les reactiva la memoria. “Transeúntes que pasan y nos cuentan su historia con el teatro. Gente que pasó, que trabajó en el teatro y que ahora son adultos mayores que se impresionan de ver el lugar abierto, que les gatilla una emoción. Quieren saber mucho más lo que está pasando”, explicó la actriz Pamela Ríos.


Época dorada

El arquitecto jefe del Departamento de Patrimonio y Turismo de la Municipalidad de Rancagua, Patricio Letelier, enfatizó que “el teatro San Martín es hoy un vestigio de una época dorada de Rancagua de la mitad del siglo pasado, donde ocurrió un encuentro con la cultura, una ventana al mundo a través de todas las actividades cinematográficas y culturales”. Incluso ejemplifica que “ahí se hizo un homenaje en vida a nuestro poeta Óscar Castro y posteriormente ha sido un recinto donde ha habido un esfuerzo de poder mantenerlo vivo en diferentes momentos de la ciudad”.

El profesional aseguró que “hay una perspectiva de poder gestionar una adquisición con una restauración, para que este edificio patrimonial histórico, emblemático e iconográfico con una arquitectura “art nouvo”, que es muy representativa de época, pueda pasar a manos de la municipalidad o del fisco”.

Por lo mismo valora que “actualmente hay un esfuerzo de unos artistas que han formado una agrupación dirigido a la cultura, que ha podido mantener una actividad importante, con un esfuerzo enorme económico y también de gestión cultural”.


Una búsqueda permanente de recursos

Durante el año pasado los gestores del Teatro San Martín postularon, a través de la Compañía de Teatro La Maquinaria, y lograron adjudicarse en el puesto 181 de 183 posibles, el Fondo PAOCC 2023 tras un aumento de disponibilidad presupuestaria, sumándose a otras tres entidades que cuentan con este tipo de financiamiento y que concentra el mayor número de beneficiarios en la Región Metropolitana y de Valparaíso.

Por lo mismo, consultamos si existía una estrategia regional para aumentar la cantidad de agrupaciones comunitarias culturales beneficiadas por este tipo de fondo, a lo que la seremi de las Culturas y las Artes de O’Higgins, Flor Ilic, explicó que “hay que considerar que para la convocatoria 2023 el PAOCC registró un récord histórico a nivel nacional, con una inversión de $14 mil millones. Estos datos, claramente, reflejan que vamos avanzando cada año en entregar mayor financiamiento a las organizaciones con el objetivo de robustecer el ecosistema cultural en regiones”.

Ilic resaltó también que “en la región de O’Higgins las organizaciones culturales que cuentan con financiamiento vigente a través de PAOCC son Teatro San Martín, Grupo Juvenil Quetralmahue, Casa del Arte y Agrupación de audiovisualistas de Pichilemu, y estamos trabajando para que más entidades y espacios culturales cuenten con este financiamiento con el fin de garantizar su continuidad”.

La autoridad regional sostuvo además que “El Teatro San Martín es un espacio necesario para las artes locales, y también es testimonio histórico y arquitectónico de Rancagua, que ha logrado permanecer en el tiempo, por lo mismo también estamos apoyando con gestiones intersectoriales la concreción de estrategias que permitan recuperar ese inmueble que es parte relevante del patrimonio cultural de la capital regional”. Por lo mismo, “estamos seguros que esta inyección de recursos frescos fortalecerá su organización y las actividades en sus diversas disciplinas artísticas. Esto para nosotros refleja la continuidad de su gestión”.

Por su parte, el Gobierno Regional sostuvo una reunión técnica en donde se les explicó a sus responsables las líneas de financiamiento que podrían optar a través de los Fondos de 8% de Cultura y Deportes que se disponen cada año para las organizaciones comunitarias y artísticas.

El Jefe de la División de Desarrollo Social y Humano del Gobierno Regional de O’Higgins, Matías Orellana, explicó que “esa orientación permitió que ellos pudieran conocer cuáles son las líneas a las que ellos puede postular en el Gobierno Regional, dentro de los Fondos comunitarios y también permitió que la seremi de cultura pudiera orientar respecto de las líneas ministeriales que tienen para ese efecto”.

El encargado divisional sostuvo que “vamos a mantener las puertas abiertas para que ellos puedan seguir haciendo las consultas necesarias y que, sin duda, puedan postular de las acciones del Gobierno Regional para que puedan cumplir con las acciones culturales necesarias para que tengan impacto en la comunidad”.


Futuro incierto

Las dificultades inherentes al antiguo recinto que data de 1925 son la falta de infraestructura para recibir público de manera inclusiva, que además cumpla con las normativas actuales exigibles a un teatro de estas características, para lo cual las inversiones necesarias son onerosas para una organización comunitaria como la que administra el espacio que es privado, lo que dificulta una inversión directa de organismo públicos pero que puede acceder a otras fuentes de financiamiento.

De cara a este 2024 los artistas y gestores tras el Teatro San Martín se concentran en planificar el año, recogiendo las enseñanzas que les han dejado las dificultades y, por sobre todo, en la comunidad que han logrado formar a través de los años. “Tratando de hacer lo mejor que podemos con lo que tenemos”, sentenció Ríos.

Por lo pronto, en cuanto a la formulación de cartelera para el presente año la directora explicó que “las visiones comienzan a mutar, los públicos también, por lo tanto, nosotros tenemos que empezar a actualizarnos con ciertas cosas y por ahí, la cartelera que hubo antes también se va ir modificando, vamos a priorizar otras cosas, pero de ello no puedo adelantar nada porque estamos en un trabajo súper profundo interno, donde estamos evaluando nuestra propia gestión”.


El Teatro San Martín es un patrimonio cultural e histórico de Rancagua que batalla por no desaparecer. Una lucha que hasta ahora solo han dado un grupo de artistas y gestores culturales convencidos de la importancia de contar con un espacio para promover las diferentes manifestaciones artísticas y sociales que surgen desde la comunidad.

 

Es de esperar que las autoridades comunales y regionales comprendan su relevancia y se involucren activamente en garantizar la existencia de este verdadero vestigio nacional para las nuevas generaciones. Más allá de las declaraciones y las buenas intenciones, lo cierto es que el pasado, presente y futuro del Teatro San Martín están en riesgo, y por lo mismo urge un accionar concreto para que este lugar único de la región de O’Higgins siga siendo un encuentro permanente con la historia y las artes escénicas pasadas y futuras.


 

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