Sólo un 15,9% de mujeres que migran a Chile han podido validar sus estudios superiores

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En una encuesta realizada por PRODEMU para el programa Hola América, impulsado por las organizaciones Ashoka y 2811, arrojó que un 47,4% de las mujeres migrantes en Chile tiene estudios superiores, pero el 80,1% de las encuestadas no han podido realizar su validación de estudios


Establecer las barreras y oportunidades que enfrentan las mujeres migrantes dentro de sus procesos de regularización migratoria en Chile; identificar las barreras sociales y culturales que enfrentan las mujeres en movimiento para su inserción sociolaboral en nuestro país (dependiente o independiente); y desarrollar sugerencias y propuestas en base a oportunidades identificadas para la inserción sociolaboral de mujeres migrantes fueron los objetivos específicos del estudio realizado en marzo de 2023 por la Fundación PRODEMU junto a Hola América, a través de sus redes de colaboración con entidades pro migrantes.

Este estudio que alcanzó a 574 personas migrantes distribuidas en tres macrozonas: norte llegando a un porcentaje de 18,5%; centro un 75,6% y la macrozona sur con un 5,9% del total de encuestados, arrojó que un 51,6% proviene de Venezuela, seguido por Colombia con un 13,8%, Perú con un 10,3% y Bolivia con un 7,1%, y que de esta muestra, donde un 98,8% se identifica como mujer con un promedio de edad de 38 años, un 47,4% tiene estudios superiores, un 38,7% educación media completa y un 11,7% solo educación básica completa.

 

Parte de esta información fue presentada en el 2° Festival “Hola América 2023” realizado a comienzos de septiembre en la provincia de Córdoba Argentina, y que tuvo entre sus paneles uno dedicado a Migración + mujeres. ¿Cómo resolver los desafíos para las mujeres en movimiento?, y en que se destacó la necesidad de alianzas institucionales para entender mejor el fenómeno.

Gabriela Carrasco, directora de la plataforma 2811 que, junto a la Fundación de Liderazgo Social Ashoka Chile, desarrollan en conjunto el programa Hola América, valoró el trabajo realizado en los países de la región y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), así como con Canadá Global Affairs, CONICET en Argentina y PRODEMU en Chile.

“Hemos estado trabajando también este año con diversos municipios para poder apoyar mejor a emprendedoras migrantes que quieren utilizar el emprendimiento como un medio de vida también”, según señaló como la misión de Hola América, que busca crear una red internacional de agentes de cambio y emprendimiento social acelerando proyectos innovadores que den oportunidades a la población migrante y refugiada en la región.

El estudio de PRODEMU identificó que entre las principales dificultades que tienen las mujeres migrantes para insertarse socialmente, se mantiene la regularización migratoria, en lo que evidencian la lentitud del sistema de gestión, pero también acusan las labores de cuidado, pues el no contar con redes de apoyo, determina especialmente el tipo de trabajos a los que pueden optar, señalado como principal obstáculo la poca compatibilidad de los horarios laborales y los tiempos en los que sus hijos e hijas deben asistir al sistema educacional.

En esta línea, el 69,2% de las encuestadas declaró estar trabajando de forma remunerada, pero con un 75,1% reportando ingresos menores a $500.000, y mientras un 38,5% indicó tener contrato indefinido, un 29% reportó trabajar sin contrato. Además, un 46% de las encuestadas indicó no encontrarse cotizando en ningún sistema previsional.

Catalina Fernández, investigadora de PRODEMU, señaló en la ocasión que las dificultades que las mujeres migrantes encuentran en Chile para su inclusión se acrecentaron durante la pandemia, y que relacionado a ello como a las posibilidades de validar sus estudios y encontrar trabajo, están buscando opciones en capacitarse. “Muchas optan por lo que son las capacitaciones laborales como un elemento que les permite insertarse en rubros un poco más específicos, y gracias a esas habilidades que ellas obtienen pueden optar a sueldos un poco mayores, que aunque tampoco alcanzan a ser los de profesionales, al menos les permiten insertarse de mejor manera y poder generar mayores ingresos”, señaló.

Esta encuesta identificó también un desconocimiento del sistema financiero y de la regularización de sus actividades económicas en Chile, y en relación al funcionamiento de la banca, la obtención de créditos, el pago de impuestos, el sistema de cotización individual, y el acceso a tarjetas.

Las encuestadas también destacaron el apoyo que reciben de parte organizaciones civiles, pues ante las dificultades para regularizar sus estados migratorios, sufren limitaciones en los beneficios sociales estatales a los que pueden acceder.

El estudio finalmente entrega algunas propuestas para políticas públicas, entre las que insiste en aquellas relacionadas a la actual Ley 21.325 de migración y extranjería en cuya implementación propone una mayor participación de las mujeres migrantes, además de acelerar sus procesos y buscar medidas para amortizar los gastos sobre todo de quienes no se encuentran en la zona centro del país. Asimismo, se destaca la necesidad de apoyo a las labores de cuidado y mayor información sobre nuestro sistema financiero.

Como cierre de la entrega, el estudio indicó que fue evidenciada la necesidad de que las entidades públicas que trabajan con población migrante cuenten con mayor información con perspectiva de género, invitando a que se fomente la realización de estudios que redunden en la creación de redes de colaboración y alianzas institucionales internacionales, públicas y privadas.


 

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