Estudio de Cochilco proyecta una transformación clave en la minería del cobre chilena: al 2034, el 66% de su demanda hídrica será cubierta por agua de mar, reduciendo en un 36,7% el uso de agua continental
Un nuevo informe de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) destaca la evolución de la minería del cobre en Chile hacia un modelo más responsable en el uso del recurso hídrico. El estudio “Proyección de Consumo de Agua en la Minería del Cobre 2024-2034” revela que, en la próxima década, el 66% del agua utilizada por el sector provendrá del mar, marcando una profunda transformación en la matriz hídrica de la industria.
Este cambio se sustenta en la creciente instalación de plantas desaladoras y en una mayor conciencia sobre la necesidad de preservar las fuentes continentales. El uso de agua continental caerá un 36,7% respecto a 2023, con reducciones destacadas en Tarapacá (-57%), Coquimbo (-80%) y la Región Metropolitana (-100%).
Plantas desaladoras: clave para la seguridad hídrica
Hoy en Chile operan 24 plantas desaladoras de agua de mar de uso industrial, con una capacidad de 10,5 m³/s, de los cuales el 85% corresponde a la minería. Además, existen 41 proyectos en carpeta, con una inversión estimada de USD 22.159 millones, que incorporan el uso de más de 45 m³/s de agua de mar.
“Chile está avanzando con decisión hacia la seguridad hídrica”, señaló Cristina Pardo de Vera, vicepresidenta de ACADES. Desde Cochilco, Claudia Rodríguez recalcó que la industria “está comprometida con la eficiencia y la sostenibilidad del agua”.
En tanto, Jorge Riesco, de SONAMI, y Joaquín Villarino, del Consejo Minero, destacaron el rol del sector en liderar esta transición, pero también apuntaron a los desafíos futuros, como el costo energético asociado y la necesidad de infraestructura multipropósito.