[Opinión] Las 5 etapas que vive un emprendedor en Pandemia

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Por: Humberto Salinas T. Director Nacional ASECH


¡A reinventarse! estamos proclamando al mundo todos los que vivimos para hacer empresa, pero parece que no es tan simple. Primero, analicemos qué nos pasa desde una mirada sociológica. Estamos viviendo situaciones, que nuestra generación, no tiene precedentes conocidos y hoy podemos decir “no estuvimos preparados”.

El ser humano actúa bajo certezas de experiencias pasadas, se basa en esto para tomar decisiones, pero en este caso no tenemos eso. La información en tiempo real agobia, pandemias anteriores ocurrieron en un mundo muy diferente, menos informado, con menos opciones de entender lo que sucede hoy. Demasiada información, real o falsa, nos invade todos los días.

Para los emprendedores esto ha sido un real dolor de cabeza, principalmente porque nos sorprende saliendo de meses complejos desde el 18-O. Ya son ocho meses de negocios irregulares y de necesidad de adaptarnos. Y, cuando veíamos la opción de estabilizarnos, llega una pandemia mundial y volvemos a tomarnos la cabeza para entender una “nueva realidad”. Tal como mencionaba Heráclito en el siglo V AC. “Lo único constante es el cambio”

Los momentos han sido complejos, pero clásicamente marcados. En este análisis que comparto, he intentado reflejar la realidad que hemos vivido muchos en 5 fases:

  1. Incredulidad: La famosa frase “esto no puede estar pasando” se nos cruzó a todos por la cabeza. Ver que los negocios se siguen cerrando, mientras que las reuniones continuaban nos hizo pensar por algún momento que esto no era cierto o que, si lo era, no necesariamente era tan grave.
  2. Miedo y Resistencia: El momento de correr en círculos. Nadie sabe qué hacer, no sabemos si abrir o no nuestra empresa, si quedarnos en la casa, si desarmar la oficina o mantenerla. Nada es claro. Hemos comenzado a creer que la amenaza es real para el negocio. Lo peor, es que empezamos a entender que es real para las personas y eso genera angustia. No solo tenemos que proteger la empresa sino a los colaboradores y a los nuestros.
  3. Resignación y duelo: Empezamos a entender que ya nada será como antes y que hay que seguir subsistiendo. Es el momento de tomar decisiones complejas que nunca pensaste tomar: eliminar la oficina o reducir tu dotación de colaboradores. Probablemente, dejaste de cumplir a proveedores y empiezas a salir a negociar, pero sin saber bien cómo hacerlo, cuándo comprometerse, cuándo empezar a pagar, cuando será el momento.
  4. Reinvención: Si hay algo que los emprendedores saben hacer bien, es hacerse cargo de los problemas, pero además si la solución a ese problema se hace de manera notable, desde ahí puede salir un buen negocio. Recordemos que muchas de las empresas unicornio que conocemos hoy nacieron en la crisis subprime del 2008, Airbnb, Uber, Depegar.com, entre otros. No obstante, reinventarse no es fácil, primero tiene que existir la aceptación de que las cosas cambiaron. Si hay algo que hemos aprendido aquellos que llevamos una o más empresas, es que las oportunidades te tienen que sorprender trabajando, de lo contrario, no es posible aprovecharlas. Analizar el mercado, entender de sus “nuevas” necesidades, nuevos códigos de conducta, y a eso ponerle la experiencia adquirida a la fecha.
  5. #VamosQueSePuede Pasando la etapa 4 uno encuentra tranquilidad mental para salir adelante, el duelo ha terminado y hay que volver al ruedo. Entendemos que tenemos que seguir, que sin trabajo no hay recompensa y nos hemos volcado a reconvertirnos. De aquí en adelante el consejo es rearmarse de la manera más liviana posible, adelgazar la operación y generar un valor que sea insuperable con tus clientes. Restructurar deudas, postular a fondos, proyectar crecimiento, planificar. La máxima de la planificación es que “Las planificaciones casi nunca se cumplen, pero si no hay planificación nada se cumplirá”.

 

Las 5 etapas de un emprendedor en Pandemia las hemos vivido todos, algunos la han sorteado más rápido que otros, a muchos les ha costado hacer la pérdida y avanzar, no logran despegarse, y salir adelante.

Un mentor de negocios siempre me decía, “enamórate de hacer negocios, no de tu negocio, porque vas a sufrir. Un negocio se lleva como un hijo entonces nunca lo quieres dejar ir y cuando lo haces te cuestionas la vida”. Debemos continuar creando, buscando formas, probando estrategias, clientes, productos y servicios. Siempre hay una oportunidad para quien la busca, no te paralices, sigue adelante.

#VamosQueSePuede


El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.


 

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