[Opinión] La era del Recambio

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Por: Pablo Cantero B. Ceo Agencia Cafeína


¿Fueron estás elecciones una manifestación de que es tiempo de nuevos rostros, más jóvenes y transversales? ¿Fue esta elección un cambio de época evidente que saca de la cancha a los boomers y permite el desarrollo del pensamiento millenials y alfa en Chile? ¿Es un reseteo del modelo impuesto por los ingenieros comerciales? ¿Este es un cambio de época?

Según la data esta fue una elección en donde se enfrentaron, no solo visiones y formas de pensamiento, también edades y estratos socio económicos, dogmas políticos antiguos y nuevos, lo análogo con lo digital, las diversidades versus los conservadores, los materialistas y los espirituales, los egocéntricos versus los ecocéntricos, el progreso versus los que buscan preservar los lugares que serán destruidos por el progreso. Conclusión: Se enfrenta lo sólido contra lo liquido.

Se hizo evidente a simple vista diferencias abismantes, entre generaciones, formas de ser y estar en el mundo, enfrentadas con un solo objetivo: Construir un Chile mejor… Pero… ¿Para quién? ¿De cual Chile hablamos?  En Chile la distribución del capital es bastante desigual, evidencia en múltiples fuentes y algo totalmente normalizado en la sociedad.

Parecería que se construyó un pensamiento colectivo, con foco en lo material, donde se programa un sistema de creencias que condiciona al sujeto a competir día a día por status en todas sus formas y por conseguir la tan anhelada materialidad económica.

Para lograr con éxito sobrevivir en este sistema de creencias: Un programa con múltiples etapas trazadas para ir subiendo de nivel y de bienes materiales, será la didáctica guía para todos. Esta será traspasada o contagiada de generación tras generación y todos o la gran mayoría, estaremos condicionados a participar de este sistema o seremos marginados del ecosistema relacional.

Entramos a la escuela, ya pensando en que vamos a ser cuando grandes. Un ejemplo común: Un sujeto le pregunta a un niño ¿Qué quieres ser cuando grande Pedrito?  Si la respuesta fuese ¡Bailarín! La respuesta que este niño recibirá está directamente conectada a las experiencias y relaciones personales del sujeto que le responderá.

Por ejemplo, si el sujeto que responderá vive en Las Condes o Vitacura, su respuesta estará condicionada al tipo de experiencias que en esas comunas se pueden vivir. Las que son sumamente contrastantes de la realidad en comunas más populares y marginales. Ambas tienen un factor común: la búsqueda del éxito comercial y el status de llegar lo más alto posible en el juego.

Ante esta realidad, surge una pregunta: ¿Es pareja la cancha en la que jugarán? Este juego es especialmente equilibrado a favor de algunos, que tiene ventajas principalmente económicas, las que cambian y desequilibran el recorrido y la didáctica de este juego a lo largo de su proceder.

¡Ganar! Está es la idea fuerza del software que se les programó a los chilenos en los últimos 50 años: Competir, adquirir, progresar y superar. Se ve en todo tipo de personas y lugares dentro de Chile.

Un país en donde al parecer lo material y el dinero estaban por sobre todas las cosas. La tierra de los Arturo Vidal y los Marcianeke, de los Pablo Chille, de los Choclo Delano, los Johannes Kaiser y los Shalper entre tantos nuevos actores que hoy evidencian la exacerbación de lo material por sobre varios otros factores no tangibles importantísimos para el desarrollo de los ciudadanos.

Y justo ahí aparece Boric.  Un joven con tatuajes, que no se tituló, amante de su perro, que hace poco tiempo atrás estaba sentado en una banca recibiendo el odio de una persona de extrema izquierda bañado en cerveza, el mismo que simbolizo la esperanza en un árbol.

Fue precisamente estos defectos caricaturizados por su adversario que lo hicieron más real, más auténtico, más cercano y diferente al candidato “inexperto”. Configuración que el equipo entorno a esa comunicación de campaña, sintió o supo leer desde la audiencia o electorado: La suma de lo que cada chileno aporta al día a día a lo que llamamos país.

Y no es que sea un genio, es más bien contemporáneo, un líder de la nueva escuela, un humano con humanidad acordé a los tiempos y que refleja para los ciudadanos la esperanza de un Chile mejor con sus luces y sus sombras, sin miedo a equivocarse y sin pedir permiso muy característico de las nuevas generaciones.

Por otro lado, lo de siempre, el manual de los 90, las técnicas que buscan manipular a través del miedo y la imposición fuerte de ideas a través de múltiples vocerías y estrategias de marketing parecieran no seducir a los chilenos que escogieron el arquetipo del buen hombre, con sus imperfecciones e inexperiencias, pero de buena voluntad y buen corazón. El soñador, como Mújica en Uruguay, pero joven.

El resultado de esta sintonía con el tiempo y el espacio, con el ser y el estar en este momento presente, se demuestra con un lápiz azul y mucha contundencia en las últimas elecciones presidenciales, surge una nueva pregunta:

¿Es el Chile que viven los electores de Boric, el mismo Chile que tratan de contagiarnos y vendernos a toda costa en la Tv?

Al parecer, la realidad de Chile es otra y hoy se encarna en los millenials y Alfas, generaciones esenciales para el triunfo del último presidente de nuestro país. La esperanza de esta gente se encarna en el simbolismo de un presidente joven, que valora los árboles y tiene la convicción de trabajar para todos los Chilenos, que no tiene problemas en tener amigos gays, que creer en los hechos más que en las apariencias y que representa un estilo millenials que sintoniza con las audiencias de este tiempo.

Para algunos este triunfo es tranquilizador, porque no llego al poder el odio, el arribismo y para decirlo bien claro, los de siempre.

Atrás quedan los abuelos, que buscan perpetuar su estadía en el poder, el machismo que le impide avanzar a mujeres de la fuerza laboral, atrás quedan los homofóbicos que no entienden lo que ya no es tema en tiempos como hoy, los ciudadanos no votaron por aquellos que atacan sin ética y moral a otros, solo por pensar diferente y vivir diferente.

Hoy las lógicas cambiaron, las nuevas normativas del juego hacen obsoletas algunas conductas del pasado más próximo y la necesidad de adaptabilidad es inminente e importante. Si la llamada derecha no entiende esto, estará pérdida, ya que el recambio a nuevos rostros más transversales en pensamientos es inminente o desaparecerán poco a poco.

La nueva sociedad se empodera y demanda nuevas formas de gobernabilidad, participación, reglas y normas y consenso social. La mixtura entre fuerza representada por los jóvenes millenials y sabiduría que radica en los conscientes y experimentados boomers, deben aprender así convivir juntos. Para equilibrar todas las fuerzas que hoy se han enfrentado, compitiendo sin sentido, refugiados en los extremos buscando imponer ideas para un Chile mejor.

Si los equipos que buscan el poder político en Chile sintonizan con las nuevas formas de pensar y relacionarnos, en el nuevo ecosistema relacional podrán avanzar derribando paradigmas y viejos miedos que hoy resuenan como retrotopía en la cabeza de los chilenos.


El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.


 

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