[Opinión] Receta para el desconfinamiento: Responsabilidad de todos

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Por: José Carrera S. Enfermero. Dirigente Asociación de Enfermeras y Enfermeros Hospital Regional Antofagasta


Desde el 23 de junio, la comuna de Antofagasta, en conjunto con nuestra vecina Mejillones, se encuentran con una cuarentena indefinida, limitando nuestro accionar diario y restringiendo nuestras libertades, todo con el fin de lograr la disminución de contagios en el contexto del coronavirus. –

A pesar de todas las medidas que se han tomado por parte del gobierno y las recomendaciones que se sugieren a la población – lavado de manos, distancia física, uso de mascarilla, entre otras- las cifras de los indicadores que nos permitan avanzar desde el punto de vista del “Plan Paso a Paso” han sufrido un estancamiento, impidiendo salir de la cuarentena y pasar a las siguientes etapas (transición, preparación, apertura inicial y apertura avanzada)

Frente a lo antes expuesto la OMS nos invita a hacernos las siguientes preguntas: 1) ¿Está controlada la epidemia? 2) ¿Tiene nuestro sistema de salud la capacidad ante un rebrote al modificar algunas medidas? 3) ¿Tiene la capacidad el sistema de salud pública para testear, trazar y aislar e identificar un rebrote de casos?

La respuesta a estas preguntas debe considerar múltiples criterios, los cuales están definidos, como son la ocupación de camas UCI, la positividad regional, el porcentaje de casos aislados, la disminución de casos activos, entre otros. Pero hay un indicador poco mencionado y de vital importancia para el avance de las medidas y estrategias: “Re” o “Número de reproducción efectiva”, que en términos sencillos habla de la velocidad de contagio y el promedio de contagiados que deja una persona durante todo su periodo de enfermedad. –

Un Re bajo 1 mantenido por lo menos durante dos semanas es un indicio de que la pandemia está controlada y va disminuyendo, por el contrario, un Re de 2 nos indica que una persona contagia en promedio a dos más, lo que nos arroja una reproducción exponencial de la enfermedad y un caos total en el control de la misma. –

Nuestra realidad regional, en el análisis de datos desde hace 2 semanas a la fecha nos muestra una tendencia a la disminución con un Re de 0.87, situándonos bajo el promedio nacional, que se encuentra en 0.99.-

Expuestos los datos y la permanencia de (Re) en valores cercanos a 1; que analiza la tasas de transmisión, contacto y recuperación, períodos latente y de incubación, riesgo de infección y virulencia, nos evidencia que las medidas restrictivas impuestas por el gobierno en el estado de excepción ya no son suficientes y se debe buscar nuevas estrategias que nos permitan continuar con la disminución del Re para llegar a valores cercanos a 0,5, lo que significaría que cada cierto número de días los casos activos se reducirían a la mitad, y continuando así por un tiempo la epidemia se controlaría, siendo endémica.

Es en este contexto que toma fuerza la reciente modificación de la estrategia Testear- Trazar- Aislar (TTA) que con recursos limitados y mucha vocación, está a cargo de la Atención Primaria en Salud (APS) y que ha permitido trazabilidad con valores cercanos al 99%.

Los cambios sugeridos apuntan a acelerar y optimizar los procesos de TTA, permitiendo notificar a los equipos de salud en el instante en que un paciente es indicado como caso sospechoso por sintomatología compatible al COVID-19, esto activará la investigación epidemiológica que se hará en las horas siguientes, sin esperar los resultados de la prueba PCR practicada. Es crucial que las personas consulten apenas tengan los primeros síntomas (fiebre, tos, cefalea, dolor muscular, entre otros) y no esperen varios días, para iniciar precozmente la búsqueda y aislamiento de su entorno.

A nivel hospitalario las consecuencias del aumento de camas críticas, para dar atención a nuestra población generó -y sigue generando – un alto desgaste del personal sanitario, debido a la mayor complejidad de los pacientes y la poca rotación de equipos clínicos disponibles, ya que como es lógico, también sufrimos que compañeras/os de funciones fueran diagnosticados COVID positivo y otras patologías, lo que pone en alerta si habrá una capacidad de reacción similar a la realidad ya vivida en la primera ola.

Las decisiones y acciones del Ministerio de Salud, cambio de ministro mediante, han sido erráticas, cambiantes y poco claras, generando más problemas que las mismas soluciones que proponen. Gobierno Reactivo y no Proactivo.

Una vez más nos vemos a merced del poder coercitivo del gobierno con las indicaciones del Plan “Fondéate en casa”, mal planificado y mal ejecutado, desconociendo guías de comunicación de riesgos desarrolladas por OMS y OPS. Independiente del plan impuesto, la recomendación es tajante: Responsabilidad para evitar Rebrote

Claramente la pandemia no está superada y la vacuna, según OMS, no estará disponible masivamente sino para el 2022, mientras tanto la mejor Receta es nuestro Respeto, demostrando autocontrol, autocuidado y autocuarentenas, para así ir Recuperando Realmente nuestras libertades con Responsabilidad. –


El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.


 

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