[Entrevista] Carla Morales, diputada distrito 16: “Cuando eres mujer hay muchas brechas que romper y esas brechas son parte de nuestro patriarcado”

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Con 18 años de trayectoria en el quehacer político regional, la hoy diputada de Renovación Nacional por la región de O’Higgins, analiza la realidad de las mujeres en política, en base a sus experiencias detalla con claridad los desafíos pendientes para reducir las brechas de equidad de género en la sociedad chilena y, en particular, en el ámbito político


Carla Morales Maldonado nació en Rengo, estudió en San Fernando y luego Trabajo Social. Su liderazgo comenzó en la enseñanza media, por allá en el año 1995, donde fue presidenta del Centro General de Alumnos, donde una de sus principales preocupaciones era luchar por contar con una sala cuna para aquellas compañeras que se embarazaban.

Hoy es diputada por la región de O’Higgins, fue consejera regional en dos periodos consecutivos en representación de la provincia de Colchagua, donde pasó a la historia al convertirse en la primera mujer en asumir la presidencia del Consejo Regional.

A los 24 años de edad y con un hijo pequeño, tomó la decisión de postularse como concejal por la comuna de San Cruz en calidad de independiente a alero de Renovación Nacional, logrando ser electa y reelecta.

Carla recuerda con orgullo esos cruciales momentos de su vida política y personal. “Fueron decisiones súper difíciles, porque mi hijo tenía cuatro años. Tenía miedo, muchas aprensiones, porque nunca había estudiado en Santa Cruz, no tenía mi red de niña, de mi trabajo, nada, entonces era como voy a llegar a una ciudad desconocida, siendo que no tengo ninguna base, uno tiene una base en el territorio para poder postular a un cargo, sobre todo a elección participativa y popular. Lo tomé como un desafío más en lo que estaba haciendo y tomé la decisión de ir y fui electa concejala”.

 

Resalta lo complejo que fue en términos personales. “Fue difícil porque tienes 24 años, eres madre, estás trabajando, estás estudiando y más encima hacer una campaña. Y sin el conocimiento y sin el apoyo del partido, las cartas fuertes eran dos hombres que tenía una trayectoria tremenda en la comuna y yo más bien iba para rellenar un cupo o para sumarle a la lista para que pudiesen ser uno de ellos electo. Era complejo en términos de mi rol, como mujer, como mamá, como profesional, como estudiante y claro, fue complejo en la medida de que fui avanzando y creyendo que yo también lo podía lograr”.


¿Cuáles son los principales sacrificios para una mujer a la hora de enfrentar una campaña política?

“Hay muchos, hay tiempos distintos. Cuando eres mujer hay muchas brechas que romper y esas brechas son parte de nuestro patriarcado, que los hombres en política son mucho más que las mujeres”.

“Y porque a las mujeres nos cuesta tomar más ese desafío, precisamente porque tenemos tiempos distintos, que tenemos roles distintos, entonces la mujer también tiene el rol de jefa de hogar, muchas veces mamá, trabajadora, profesional y súmale todos esos roles más de un rol político”.

A tu juicio, ¿ha cambiado en algo esa realidad?

“A mí me gusta mucho ver ahora que muchas más mujeres se atreven. Muchas más líderes se atreven a tomar decisiones para participar en política y por ende también eso ha cambiado en la historia de los partidos”.

“En la Cámara hoy día hemos avanzado bastante en términos de ocupar espacios, desde las concejalías, los gobiernos regionales, hemos ido aumentando en consejeras regionales, alcaldesas. Una muestra de ellos son las 55 diputadas de todos los partidos políticos, donde Renovación Nacional tiene 11 de esos 55”.


¿Y cómo es la realidad una vez que estás adentro? ¿cómo es la relación entre hombres y mujeres en los diversos espacios de acción política?

“Hay ciertos prejuicios de que cuando una mujer, por ejemplo, alza la voz o plantea su idea de una manera distinta te señalan y te dicen “es que anda en sus días” o “es histérica” o “mira, si es mujer, no se controla”.  Todas esas cosas en política sí existen y ese machismo sí existe”.

“Cuando fui consejera regional también lo pasé muy mal. Hubo un patriarcado ahí, una red de hombres que les costó mucho asumir que yo era la presidenta del CORE. Muchas veces me decían presidente, que yo entiendo que es el nombre, no tiene nada que ver con el cargo, tiene que ver con el nombre, pero aun así les costaba asumir que había una mujer en la presidencia y eso lo viví muy de cerca”.


En tú trayectoria política ¿existe alguna situación puntual que tú recuerdes y digas, esto tenemos que cambiarlo?

“Cuando llegué al Core viví momentos duros y yo los recuerdo también marcados en situaciones puntuales donde efectivamente el machismo era mucho más fuerte. Que una mujer asumiera el rol como presienta: no, había que sacarla. Vi muy de cerca eso por parte de la UDI. Lo viví y lo recuerdo puntualmente. Fíjate que, de los otros partidos no, porque esa mesa era bien amplia, había también de las bancadas DC, Socialista, Radical, del Frente Amplio. Me acuerdo de esa negación y de esa resistencia por parte de la UDI”.

¿Cómo se reacciona ante el ninguneo y menoscabo?

“De la única manera que pude controlarlo fue mantenerme en pie frente a esas situaciones que eran de mucha angustia y de mucho dolor. Al final yo era una mujer que me había ganado un espacio, que nada me lo habían regalado, que ese espacio, esa presidencia, era producto de un trabajo, era producto también de una tremenda votación que había tenido durante mucho tiempo y del respeto también de muchos de mis otros compañeros que votaron por mí”.

“Entonces eso lo traté de mantener. Fíjate que nunca abusé de eso con la prensa, porque yo podría haber puntualizado en hechos que fueron muy duros dentro del Consejo Regional. Dentro de esa institucionalidad que se suponía que estaba yo, por ejemplo, armando la Comisión Mujer y Familia -que la impulsé, que la sacamos adelante- podría haber hecho un punto político que a lo mejor habría generado un quiebre de esa institucionalidad”.

“Pero no lo hice porque siempre traté de mantener una relación que permitiera llegar a los diálogos, a los consensos y a los acuerdos. Y de una manera muy transversal también, y preferí callar en algún minuto o a lo mejor situaciones que podría haberlas denunciado, pero preferí avanzar”.


¿Qué opinas de las denuncias que hicieron las consejeras regionales hace poco sobre el funcionamiento del Core?

“Yo creo que es un tiempo distinto. Hoy día hay una sensibilidad distinta frente a estos temas y la sociedad es responsable también de aquello. Y quienes estamos en política también somos responsables. Somos mujeres hoy día también, ocupando cargos dentro de la misma institucionalidad del Consejo Regional. Entonces hay una defensa más corporativa y hay también una defensa en torno a que las mujeres, somos solidarias también con las otras mujeres”.

“Cuando yo estaba éramos 4 mujeres, y de las cuatro quizás sentí mucho apoyo de Jacqueline Jorquera y del resto no. Entonces por eso te digo, quizás son tiempos distintos. Hoy día si una mujer es violentada o una mujer ninguneada, el resto de las mujeres tiene una reacción distinta, quizás hace siete años atrás, hace cinco años atrás, seis atrás, no había tanta solidaridad”.

 

“Yo encontré inclusive en esas oportunidades mucho más apoyo en los hombres que de las mismas mujeres. Y me acuerdo perfecto, la única -por eso también retribuyo un poco ese agradecimiento- fue Jacqueline”.

“Puntualmente lo que pasó con ellas un par de semanas atrás, yo fui a hacer un punto con las demás diputadas y estuvimos ahí, porque creo que esas cosas en política tampoco se olvidan, más allá de las diferencias. Creo que esos son puntos que marcan un antes y un después también en política”.


Estuviste en el Consejo Municipal, en el Consejo Regional. Hoy estás en el Congreso, la Cámara de Diputados, ¿ves que la institucionalidad en general está consciente de la realidad que viven las mujeres en el ejercicio de sus funciones?

“Sí, es importante y no solo focalizarlo en el tema de mujeres, si no que en el respeto. Hemos vivido momentos en la cámara súper duros, en los últimos dos, tres meses, donde se falta al respeto, en donde efectivamente existen gritoneos de un extremo a otro, y eso la gente no lo ve, porque eso la gente no logra dimensionarlo, donde hay además constantemente faltas de respeto de ambos lados, de oposición tanto como de oficialismo”.

“Entonces bajar una marcha, eso es fundamental, bajarle una marcha a ser un poco más respetuoso, una con el cargo y lo otro con quienes estamos en un hemiciclo. Tú puedes decir lo mismo con respeto y no insultando al otro, menoscabando al otro, sino que siempre tiene que primar primero el diálogo y tiene que primar el respeto por sobre todas las cosas”.

“Creo que el Congreso ha dejado mucho en ese sentido en los últimos meses, no tan solo con hechos puntuales, sino también con cosas generales que uno las va viendo siempre, constantemente”.


Desde tu rol legisladora, ¿Qué iniciativas propondrías tú, primero para terminar la violencia política, segundo, con el menoscabo permanente respecto de la mujer?

“Hay un proyecto de ley que está, que el gobierno lo tiene que impulsar y tiene que ver con una reforma constitucional que cambia en el fondo un poco la figura. Cualquier diputado que agreda a otra persona o lo violente de una manera que obviamente no está dentro de los márgenes, va a ser destituido del cargo.

“En todo orden de cosas existen reglamentos, a veces los reglamentos ni siquiera están estipulados y escritos, el tema del orden interno que debería quedar establecido en el reglamento. Pero qué es lo que pasa, por ejemplo, en la Cámara, cuando un diputado agrede a otro, se golpea o un diputado agrede verbalmente a otra diputada. Lo único que hay hoy día es que ha pasado a la Comisión de Ética. La Comisión de Ética evalúa y le quitan parte de su dieta, lo castigan con términos monetarios. Ahí hay un trabajo que hacer”.


Solidaridad, poder y el aporte de las mujeres a la política

¿Cómo es la relación de las mujeres con el poder?

“Siempre, trato como de equilibrar el poder con mi vida diaria, yo soy súper exigente y mi equipo y las personas que trabajan conmigo lo saben, porque además donde yo estoy no ha sido fácil llegar. Tiene que ver cómo tú manejas el poder, pero una forma positiva de tratar de hacer las cosas bien, de que este poder sea ejercido de la manera más transparente, colaborativa, responsable, con tu cargo”.

“Mi trayectoria política, desde cuando era concejal, siempre fue dar respuesta a las solicitudes, a las inquietudes, plantear cosas, en el Gobierno regional, también recuerdo que planteé cosas que eran muy en sintonía con las personas”.

“Hoy en mi rol como diputada también existe esa disponibilidad o esas ganas de que otras mujeres también ingresen en la política y tomen causas y tomen en el fondo el desafío, porque eso es parte de quienes hoy día somos mujeres y estamos en política”.


¿Cuál es el aporte que tú ves que hace la mujer a la política?

“La mujer tiene mucho que aportar de partida siempre. Yo creo que la mujer tiene mucho que aportar a la mirada política. Una porque tenemos sensibilidad distinta para muchos temas y eso es un punto muy importante. Cuando tú abordas, por ejemplo, un proyecto de ley con una mirada, no tan solo por el hecho de ser mujer, sino que también porque tratas de que ese proyecto de ley con una mirada también desde el género, de cómo va a beneficiar a las mujeres”.

“Eso también es muy importante no perderlo, porque en el fondo tiene que ver también con tu rol como mujer en la política. El rol de la mujer en la política primero empatizar con tu mismo género y segundo, tratar de sacar iniciativas que vayan en derechos de las mujeres, igualdad de oportunidades, brechas que aún tenemos”.

“Eso es avanzar en política, es ponerte en los zapatos de la maternidad y de la paternidad, que muchas veces también los hombres se hacen cargo no solo de la maternidad, sino que la corresponsabilidad social en el rol de la crianza de los niños. Y esos son proyectos que uno los mira y los abraza porque tienen que ver mucho con el yo, por ejemplo. También en alguna oportunidad estudié y era mamá de un niño pequeñito. Entonces, como compatibiliza mis estudios con mi rol también como estudiante y claro, tienes que tener muchas redes de apoyo, pero también tienen que abrirse esa red de apoyo y en eso estamos trabajando”.


Ahora bien, ¿las mujeres en política son solidarias entre ellas?

“Lo primero es solidarizar con el género entre todas, empatizar entre nosotras mismas, ser un apoyo constante, sobre todo para aquellas mujeres que empiezan y a veces se desilusionan. En ese intento de poder incursionar y entrar en este mundo de la política, quedan solo en el intento y es nuestro rol y nuestra responsabilidad para quienes estamos, de dejar legados en otras mujeres”.

“Entendiendo todas las dificultades que pueda traer esa toma de decisión. Porque es verdad, para las mujeres nos cuesta y aún todavía en los tiempos que estamos, todavía nos cuesta tomar esas decisiones. Y por eso es que quizás esa brecha de entre hombres y mujeres, por eso estos espacios todavía son mucho más de hombres que de mujeres”.


¿Qué mensaje le entregas a la mujer o a aquella niña que hoy día está estudiando y quiere dedicarse al servicio público, a la política?

“Primero, motivarlas a que se atrevan. Yo creo que cruzar esa línea de atreverse a tomar una decisión para entrar e incursionar en política y tomar un rol de una candidatura.  Esa es la línea y el hilo que hay que cortar, que hay que atreverse, que hay que cruzar. Cruzar ahí muchas veces te impide por un tema de miedos tuyos”.

“Trato siempre de decirles a las mujeres que cuesta, que no es fácil, pero que somos muy capaces, que tenemos las mismas posibilidades de poder avanzar y de que seamos más mujeres en política, pero no tan sólo por ser mujeres, sino porque tenemos primero, uno, esas ganas de poder aportar con nuestra mirada también de mujer, y segundo, porque hoy día tenemos una sociedad que nos permite tener más oportunidades”.


¿Cuáles son los próximos desafíos para Carla Morales, en términos políticos como personales?

“Primero es hacer bien mi pega parlamentaria, mi rol como diputada, cumplir a cabalidad mi trabajo legislativo con los equipos, con las personas que están hoy día trabajando conmigo y responderle a la gente que es lo más importante, porque yo gané una elección también colocándome muy cuesta arriba”.

“Creo que el trabajo constante, perseverante, responsable, de dar respuestas a las personas cuando te solicitan algo, es algo que he tratado de que mi equipo lo tenga muy inculcado, a pesar de que muchos de ellos no vienen del mundo público ni político”.


¿Y en términos personales?

“Lo he hablado con las personas más cercanas, mi familia, mis amigos; siento que he dejado de hacer deporte, por ejemplo, he perdido tiempo con mi familia, me he dedicado mucho.  Antes no paraba porque era de lunes a domingo y hace un par de meses, porque caí enferma, dije “ya no se trabaja más los domingos, nadie trabaja más los domingos porque tampoco es racional”.

“Lo racional es que tu trabajes y que cumplas con lo que estás comprometido, pero no exigirte más y más porque no eres una máquina, también tienes que parar. También tienes gente que está a tu alrededor, que tiene familia y tienes que comprender que las personas también son parte de este proceso, que estamos aprendiendo todos, porque además que estoy aprendiendo también y que estos seis meses han sido de mucho aprendizaje, de ver cuáles han sido nuestros errores, de mejorarlo”.


 

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