Por: Silvina Graziadio. VP de Marketing de Globalsat Group
En un planeta cada vez más interconectado, la información se ha transformado en uno de los recursos más valiosos que existen. Es por esto que proteger las comunicaciones críticas —aquellas que garantizan el funcionamiento de servicios esenciales como seguridad pública, salud, energía o transporte— representa una necesidad crucial que requiere ser abordada con máxima seriedad y sin improvisación.
Las comunicaciones críticas permiten coordinar emergencias, que bomberos o policía reciban alertas, o que una central eléctrica mantenga el suministro sin interrupciones. Si estos sistemas fallan o son vulnerados, las consecuencias pueden ser graves: pérdida de vidas humanas, caos en servicios básicos y daños a la economía.
La seguridad en la información no es solo evitar que alguien “robe datos”, sino garantizar que la información llegue a tiempo, al lugar correcto y sin ser alterada. Esto implica proteger redes frente a ciberataques, evitar interrupciones técnicas y asegurar que solo personal autorizado acceda a información sensible.
En situaciones de crisis, como desastres naturales o emergencias nacionales, la comunicación confiable y cifrada puede marcar la diferencia entre una respuesta rápida y el colapso de la coordinación de acciones de ayuda y rescate.
En este contexto, las redes satelitales cumplen un rol fundamental: permiten mantener la comunicación aunque la infraestructura terrestre colapse. Su independencia física respecto a torres o cables las convierte en un pilar de resiliencia, asegurando la continuidad operativa en cualquier escenario.
En Globalsat Group, trabajamos con una arquitectura multiórbita y multioperador, combinando satélites LEO, MEO y GEO con redes celulares y radio, ofreciendo soluciones híbridas que garantizan conectividad confiable y segura en todo momento. Este enfoque integral permite a organizaciones públicas y privadas mantener operaciones críticas activas, incluso frente a catástrofes, ciberataques o cortes de energía.
La seguridad en las comunicaciones no solo depende de encriptación y protocolos, sino también de continuidad, redundancia y acceso universal a la información. Esa es la base de una estrategia de Business Continuity efectiva.
Por ello, instituciones y empresas que dependen de sistemas críticos deben invertir en tecnologías de comunicación seguras, personal capacitado y protocolos claros para enfrentar cualquier amenaza.
Cuidar las comunicaciones críticas no es únicamente una labor técnica, sino una responsabilidad colectiva. La seguridad de todos depende de que esos canales operen adecuadamente, con tecnologías resilientes que aseguren conectividad global y confiable, sin importar el momento o lugar.
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