Segunda Vuelta… ¿Qué Hacer?

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Por: Francisco Duboy U., Presidente Asociación de Productores y Exportadores de O’Higgins (ASPROEX)


Lo que quisiera en estas líneas, es con un ejemplo, tratar de explicar quién tiene, en mi opinión, mejores posibilidades de hacer un buen gobierno.

Creo que la seriedad en el tema económico y la responsabilidad en las decisiones deberían ser la diferencia entre un candidato y otro, y esa diferencia significa poder mirar el futuro con mayor o menor esperanza.

Ya sabemos, los que tenemos más de 60, que este cuento es antiguo y lo vivimos en detalle y vivimos sus resultados y por lo mismo no se lo deseamos a nadie.

Parte mi ejemplo diciendo que ser Presidente/a de la República, de cualquier República, es un trabajo que tiene las mismas obligaciones que tiene un jefe/a de hogar (guardando las proporciones) y estas son “velar por el cuidado del hogar y  la familia en todos los ámbitos”.

La misma obligación tiene un Presidente o Presidenta.

Visto así les propongo seguirme en el desarrollo de la siguiente idea:

El hijo de una familia chilena viene donde el papa o mama (jefe de hogar) y le dice que a partir de hoy, el solo quiere comer lomo a lo pobre porque  es la comida que más le gusta y le advierte además que si no le da en el gusto el será un pésimo hijo, dejara de estudiar, se portara mal, y eventualmente se ira de la casa.

Frente a esta disyuntiva, creo yo, debería haber al menos dos tipos de reacciones del jefe de hogar.

La primera es la de un jefe de hogar temeroso de las posibles consecuencias y preocupado solo de quedar bien con su hijo, lo que lo llevará sin darse cuenta a eludir su verdadera responsabilidad: Educarlo.

Este padre, le contestara a su hijo, que sin duda él se ocupara de que coma todos los días lomo a lo pobre.

Para llevar a cabo su promesa, aun teniendo claro que sus ingresos no se lo permiten, empezara gastándose plata que no corresponde y que no tiene, para el ítem de alimentación.

Primero será no pagar la luz, no pagar el agua, después será ocupar la tarjeta de crédito hasta reventarla , después y si es el caso, pedirá un crédito al banco, etc., pero lo único claro y seguro es que en algún momento, más temprano que tarde, no tendrá de donde sacar más plata, con todas las tragedias que eso significa del punto de vista personal (protestos, embargos, juicios ,etc.) y además tendrá de igual forma al hijo indignado y cumpliendo las amenazas hechas al inicio de la petición.

La segunda posibilidad es que este jefe de hogar le conteste, seria pero cariñosamente….hijo me parece muy bien tu solicitud y estoy contigo porque a mí también me gusta, pero te informo que te daré lomo a lo pobre todas las veces que nuestra situación y mis ingresos me lo permitan.

Este hijo que también había amenazado a su jefe de hogar igual que el anterior, tendrá que pensarlo, porque no le quedará más remedio que aceptar la propuesta del padre o  irse de la casa en ese mismo momento.

Mi reflexión es que sin duda el segundo ejemplo apunta al desarrollo  de una gran familia, consciente, responsable y que  logrará todo los objetivos que se propongan en la vida, ya que estos no son ni deben ser solamente materiales.

Hay un sector  de chilenos que esto lo tienen claro, pero lamentablemente hay otro sector muy grande y muy importante que no lo entiende y se queda con las promesas falsas o incumplibles de algunos. Alguien les dijo, mal intencionadamente, que el estado tiene recursos infinitos y eso sin duda no es cierto.

Somos un país subdesarrollado, vale decir pobre, o con suerte de “clase media baja” en el ámbito mundial, “pero con grandes oportunidades de estar en vías de desarrollo si se gobierna pesando en el futuro”.

Entiendo que vivimos en un mundo dominado por el mercado pero somos cada uno de nosotros los llamados a tomar conciencia de nuestra posición y de que queremos para nuestro futuro.

No tiene  sentido aquí empezar a discutir los pecados y capacidades que tiene cada uno de los candidatos, porque de verdad ambos tienen muchos pecados y uno más capacidades que otro, definitivamente, pero enfrentados a este momento en que debemos velar por este país (o esta familia) debemos tomar decisiones responsablemente.


El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.


 

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