Crecen las experiencias premium, la sostenibilidad y el turismo internacional, con fuerte presencia de brasileños y argentinos

El enoturismo en Chile vive su mejor momento, alcanzando un récord histórico con 220 viñas abiertas al turismo, lo que representa un crecimiento del 5% respecto al año anterior, según el último Catastro Nacional de Enoturismo.

Este auge no solo se refleja en números, sino también en el perfil de los visitantes: el 59% de los turistas son nacionales, mientras que el turismo internacional muestra un repunte significativo, con especial protagonismo de Brasil, Argentina, Estados Unidos y Perú.

“El Valle de Colchagua es hoy un destino consolidado, con servicios de alto nivel, gastronomía de excelencia y una oferta turística en constante evolución”, explica Alicia Ortiz, gerente general de Enoturismo Chile.

Las cifras reflejan una transformación profunda: el 39% de las áreas de enoturismo tienen menos de cinco años, mientras que un 66% tienen menos de diez años, evidenciando el dinamismo de la industria y el impacto de estrategias que combinan sostenibilidad, innovación y experiencias de alto valor.

Sostenibilidad, innovación y enoturismo de autor

Las viñas no solo buscan atraer más visitantes, sino también hacerlo de forma responsable. Actualmente, 90 viñas chilenas cuentan con certificaciones de sustentabilidad, y más del 70% integran experiencias gastronómicas en su oferta turística.

“El turista post pandemia busca experiencias auténticas, personalizadas y conectadas con la naturaleza. En Viña Ravanal, por ejemplo, hemos visto un aumento notable en los tours privados, degustaciones guiadas y experiencias enfocadas en la historia familiar y enólogos de la viña”, señala Carmen Paz Ravanal, gerente de marketing de Viña Ravanal.

La viña ha potenciado su propuesta con experiencias como:

• Degustaciones privadas en el Grand Lounge of Wines.

• Recorridos por viñedos centenarios.

• Actividades como “arma tu propio vino”, picnics entre viñedos y caminatas guiadas.

Además, la llegada de turistas brasileños ha aumentado más de un 60%, motivados por la buena conectividad aérea, la cercanía y la creciente oferta de tours en portugués, destacando la relación precio-calidad del vino chileno.

“El turista brasileño es un público estratégico. Valora el vino, la cultura y la gastronomía, lo que refuerza el posicionamiento de Chile como un destino atractivo y seguro”, agrega Ravanal.

Chile como destino enoturístico internacional

Las cifras globales de turismo refuerzan este panorama: más de 5 millones de turistas extranjeros visitaron Chile en 2024, marcando el mejor desempeño desde la pandemia, con un crecimiento del 40,4% respecto al año anterior.

La plataforma Airbnb reportó un aumento de más del 60% en búsquedas de alojamientos en Chile durante la temporada de vendimia 2025, destacando nuevamente a Brasil, Argentina, Estados Unidos y Perú como los mercados más interesados.

Este fenómeno no es casual, ya que estos factores marcan el crecimiento del sector:

• Mejor conectividad aérea.

• Promoción activa del vino chileno en mercados internacionales.

• Tendencias hacia el turismo sostenible y experiencias auténticas.

“El trabajo colaborativo entre viñas, gremios y el sector público ha sido clave. Desde 2016, la asociatividad en rutas del vino creció un 160%, fortaleciendo la oferta y calidad de las experiencias”, destaca Alicia Ortiz de Enoturismo Chile.

Más allá de la simple degustación, el enoturismo en Chile invita a vivir la cultura vitivinícola en su máxima expresión, conocer la historia de las bodegas, recorrer paisajes únicos y disfrutar de la gastronomía local que marida perfectamente con los vinos de clase mundial que produce el país.

“El futuro del turismo del vino en Chile está en la sostenibilidad, la innovación y la personalización. Queremos que cada visitante no solo deguste vino, sino que viva una experiencia transformadora, inmersiva y respetuosa con el entorno”, concluye Carmen Paz Ravanal.

Con este escenario, Chile se consolida como uno de los destinos enoturísticos más importantes de Latinoamérica y del mundo, proyectando para los próximos años un crecimiento sostenido que combina desarrollo económico, cuidado del medioambiente y generación de experiencias memorables.