Por: Natalia Romero T. Diputada Distrito 15, región de O’Higgins
Mientras en la convención constituyente se trabaja a contra tiempo para resetear el sistema político y social de nuestro país, la ciudadanía se desvincula del proceso sorprendiéndonos con dar como triunfadora la alternativa del rechazo para el plebiscito de salida.
El presidente y sus ministros, patrocinadores del retiro del 10% de los fondos de pensiones, hoy nos dicen que es una mala política pública, exponen al dueño de la billetera, lo instan a defender el argumento inflacionario y nos sorprenden con un proyecto que va en directo beneficio de la banca.
Un sector de la oposición se niega al retiro, defendiendo el modelo de las AFP con uñas y dientes, pero, proponen una reforma constitucional para no expropiar los fondos de pensiones a cinco meses que se vote el texto final de la nueva constitución.
Y mientras tanto, los chilenos y chilenas esperan ansiosos propuestas de mejoras para que de una vez por todas dar un salto cualitativo en sus condiciones de vida; expectantes para celebrar, para sentirse orgullosos de haber elegido a nuevas autoridades, de haber votado apruebo, de estar en las prioridades del Gobierno y sus legisladores, y esto porque la ciudadanía hizo bien la pega, aprendieron el lenguaje inclusivo, fueron tolerantes, marcharon, levantaron el puño, resistieron a la arremetida de las policías.
Sin embargo, tanto el oficialismo como la oposición siguen sin lograr avanzar hacia pactos políticos y sociales de largo plazo, cada uno desde su trinchera, cada uno cada día más desconectado del sentido común.
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