[Opinión] Las energías al servicio de las empresas

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Por: Jorge Fuentes. Sicólogo, director de Pranavida


Pese a ser alarmante, poco sorprenden los altos índices de estrés laboral en nuestro país. ¿El motivo? Un largo historial de falencias existentes en el área de salud mental que hemos venido arrastrando, donde las presiones de alcanzar el éxito, de ser capaces de rendir al máximo y tener la mayor cantidad de bienes han primado por sobre la calidad de vida de personas.

Según  el estudio Chile Saludable, realizado por la Fundación Chile y Gfk Adimark en el año 2016, un 42% de la población se declara “altamente estresada”, teniendo un alza de 20 puntos en tan sólo cuatro años. Si lo consdiraramos una tendencia, los números para este año son serían alentadores.

El reflejo de estas cifras podemos verlo en todas partes, en las caras de cansancio en el metro, en los bocinazos sin motivos en calles, en lo encendido de los ánimos cuando ocurre una mínima situación de estrés en la vía pública, en la cantidad de farmacias que existen a lo largo del país, pero también en los números de licencias por este motivo en empresas.

En nuestro país, en los últimos cinco años, según cifras del Minsal, las licencias médicas por ansiedad, estrés, depresión y el mismo desgaste laboral han aumentado en 53%. De hecho, estos trastornos mentales son la primera causa de licencias, las que en el 2015 llegaron a 277 mil, lo que hace preguntarse qué rol deben también asumir las organizaciones a la hora de pensar cómo cuidar a su capital humano.

Si bien algunas entidades han entendido que poner foco en los trabajadores y en su calidad de vida es una inversión, muchos todavía sienten que es un gasto de un área en el cual no les compete. Las grandes compañías del mundo hoy desarrollan el “wellnes organizacional”, una tendencia que busca tener una organización que logre tener un equilibrio entre su productividad y el bienestar laboral y personal de sus trabajadores.

La experiencia ha demostrada que esta mirada más holística del bienestar a los colaboradores ha permitido la reducción de índices de estrés, de licencias, pero también un aumento en los números de producción y compromiso con el lugar de trabajo.  Así, hoy las empresas están llamadas a ampliar su mirada de las áreas de bienestar o calidad de vida al interior de sus organizaciones, dando pasó a nuevas miradas y pocos de trabajo más allá de lo convencional.

Así como lo han hecho las entidades de salud, las empresas hoy deben buscar, y apostar, a las acciones no convencionales para disminuir las altas cuotas de estrés que pueden tener tanto sus colaboradores como la primera línea de la organización. Es que cuando entendamos que las organizaciones son un cuerpo energético – energía de cada uno de quienes la compone- que requiere que sea canalizada de manera adecuada, se hará más visible la necesidad de optar poner a disposición de las personas herramientas en esta materia.

Así como nos pasa a todas las personas, en las organizaciones cuando las energías están bajas los niveles de producción serán acordes a dicha vibración, así mismo si esta es desbordarte, probablemente nos costará canalizar adecuadamente y concretar ciertos objetivos.

La sanación pránica trabaja en esa línea, trabajando y armonizando los campos energéticos de las personas para que su nivel de estrés y ansiedad disminuyan, abordando de manera complementaria a los síntomas de depresión que puedan estar afectando de manera natural y no invasiva.  Los estudios científicos son claros en esta materia como el realizado por The Royal Australian And New Zeland College of Psychiatrists, donde 52 personas midieron sus síntomas mediante la escala de Hamilton demostrando notorias diferencias en sus tratamientos a la hora de haber sido sometidos a la sanación pránica.

Poner acento en las personas es también poner atención en el crecimiento y fortalecimiento de una Compañía. Si todos somos energía, pensar que una organización no lo es, puede ser un grave error.

Hoy el llamado es cuidar del capital humano y buscar alternativas acordes a nuestra esencia para abordar un mal que parece no detenerse, que afecta directamente a los números de una empresa y a su pilar fundamental. Dar espacio al trabajo energético también es innovar y dar un paso más adelante hacia las nuevas tendencias en pos de organización saludable.


El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.


 

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