La operación Lagos y la tesis del error histórico

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Por: Daniel Canto Molina. Licenciado en Historia mención Estudios Culturales Universidad Academia de Humanismo Cristiano. Vicepresidente Izquierda Ciudadana Regional Antofagasta. Miembro de la Comisión Política Izquierda Ciudadana


Estos últimos meses no han sido para nada tranquilos al interior de la Nueva Mayoría (NM). La renuncia de Ricardo Lagos a su aventura presidencial el pasado mes de Abril, marcará una transformación en las relaciones políticas del conglomerado. Parafraseando al ex presidente en el momento del anuncio de su bajada, era su propio espacio político el que no convergía para llevar adelante su candidatura. El PS, su propia casa cuestionaba su liderazgo en base a la baja popularidad en las encuestas, haciendo eco de las criticas recibidas ante la implementación del Transantiago, el CAE, la política de concesiones de carreteras que consolidaba el reinado del modelo neo liberal en el Chile actual, y que de cierta manera, inhabilitaban su camino a la Moneda.

Un mes más tarde se expondría ante la opinión pública una situación que agudizaría la crisis interna del PS, al revelarse los mecanismos de financiamiento del partido en donde se exponía su relación clientelar con SQM y con otras empresas del mercado bursátil.  La tensión socialista, que devino en crisis valórica y de conducción, se estaría debatiendo entre dos visiones de mundo: una de corte conservadora que mantiene un horizonte neoliberal de aura concertacionista (Nueva Izquierda – Renovación Socialista)  y otra de corte reformista, continuista del bacheletismo basado en un pensamiento social demócrata donde converge su actual directiva  (Tercerismo – Grandes Alamedas – C.I.S).

Finalmente esta última visión se impondrá en las elecciones del Comité Central de Abril,  acabando con las aspiraciones presidenciales del ex mandatario.  En su lugar, el PS apoyó por 67 votos a 36 al senador por Antofagasta Alejandro Guillier, quien al alero de las encuestas se posicionaba como la principal carta de la centro izquierda para derrotar a la derecha en los comicios de Noviembre.

Mientras el ala conservadora del PS acusaba la derrota de Lagos tildándola como un “error histórico”, la DC reaccionó a favor de Lagos criticando al PS de no haber considerado una visión de conglomerado, diseñando en el tablero la siguiente operación política que a juicio del partido de la falange enmendaría el camino y salvaría el estado agónico de la NM: la inscripción de la candidatura de la senadora magallánica Carolina Goic directamente a la papeleta de Noviembre.

La DC parecía escindirse de la NM, o al menos, castigarla por su atrevimiento. Se instalaba la tesis del error histórico creando un amenazante clima de desconfianza.  Hace una semana el diputado y vicepresidente del PS Daniel Melo aseguraba que “Lo lógico es que el ex presidente Lagos apoye al candidato donde él milita (…) él es una voz política relevante en el acontecer nacional y representa una visión significativa para miles de chilenos.”

Lo cierto es que la operación Lagos tiene como principio reivindicar la herencia histórica de la Concertación como hito fundante del nuevo Chile pos dictatorial (mito refundacional). Además de disputar la idea de que justamente la Concertación a partir de la bonanza neoliberal, permitió el éxito y la proyección del país. De este modo la operación Lagos es también el giro conservador al interior de la NM que estaría dando las espaldas a las fuerzas reformistas, operación que es controlada a través de la DC desde el momento de inscribir la candidatura de Carolina Goic a la primera vuelta en Noviembre.

Este movimiento atenuaría el liderazgo que representa en las encuestas la figura de Alejandro Guillier,  teniendo como estrategias algunos emplazamientos al senador respecto a la izquierdización del proyecto político que lidera arguyendo en esto, la participación central del PC en su candidatura, como también la participación activa de sectores independientes y ciudadanos.

A su vez y como se sabe, la solapada inscripción de la candidata DC a Noviembre le quito la posibilidad de competir al candidato del bloque PR-PS-PPD-PC-IC-MAS, impidiendo medir la correlación de fuerzas electorales, la observación de la votación dura de la centro izquierda, frenando incluso la vocación democrática  que ha representado el gobierno progresista de Michelle Bachelet, al no incentivar activamente la participación- como si fue el proceso constituyente- a las primarias. Un indicador fehaciente del alcance de la operación Lagos y de los cobros políticos hacia la NM serían las encuestas. Estas señalan que al momento de la bajada de Lagos en el mes de abril se ha presentado una baja porcentual en las preferencias del senador Guillier.

Todo hace pensar que el ex Presidente Lagos quiere hacer creer al mundo político  que si no fue él el elegido para representar a la centro izquierda en estas elecciones, no es más nadie capaz de ponerse a la altura de esa historia.  Temo que incluso la victoria de la derecha le serviría al ex Presidente Lagos para validar la tesis del error histórico.

Es de esperar que este escenario sea solo una errada conjetura, un momento de suspenso político que se termina con la huida del frio y el comienzo de la primavera novamayorista. Es probable que un clima favorable, en gran medida, solo pueda ser posible a partir de las definiciones políticas del ex mandatario.

 

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