La CX tiene rostro de mujer: Femenino, emocional y más inteligente que nunca

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Por: Diana Forero. CMO Zerviz


En la era de la inmediatez, donde un mal comentario puede destruir una marca en segundos y la fidelidad del cliente pende de un clic, pero hay una fuerza silenciosa —y femenina— que está redefiniendo las reglas del juego: las mujeres que lideran la experiencia del cliente.

Durante años, la atención al cliente vista como un “departamento de quejas” o una simple extensión operativa. Hoy, se ha vuelto uno de los pilares estratégicos para el crecimiento sostenible de cualquier empresa.

Mujeres que no solo resuelven reclamos, sino que anticipan crisis, construyen vínculos emocionales y diseñan experiencias hiperpersonalizadas que hacen que los clientes no solo compren, sino que amen la marcas.

Desde el escritorio de una ejecutiva CX hasta la atención directa en canales digitales, su sensibilidad, inteligencia emocional y dominio tecnológico han convertido lo que antes se consideraba “un trabajo de mujeres” en un área crítica para el éxito empresarial.

Detrás de cada gran experiencia, hay sensibilidad, estrategia… y muchas veces, liderazgo femenino. En el mundo de la gestión de la experiencia, las mujeres están marcando una diferencia profunda: no solo diseñan journeys. Comprenden emociones. No solo implementan procesos. Hacen que las personas sientan que importan.

Ya sea desde la experiencia del cliente (CX) o desde la experiencia del colaborador (EX), el enfoque femenino ha sido clave para humanizar las relaciones, escuchar de verdad y liderar con empatía. Porque cuando hablamos de experiencia, hablamos de conexión. Y ahí, el rol de las mujeres ha sido —y seguirá siendo— protagonista.

Y no se trata de una moda. Se trata de estrategia. Las grandes marcas ya lo entendieron: su “arma secreta” está en manos femeninas. Son mujeres las que manejan centros de contacto globales, implementan soluciones con inteligencia artificial y logran que un cliente furioso termine agradeciendo.

¿Empatía? Sí. ¿Datos? También. ¿Resolución? Por supuesto. Las mujeres en CX combinan lo mejor del análisis con lo mejor de las emociones humanas. Y eso, en un mercado donde la conexión real vale más que la publicidad, es oro puro.

Son muchas las mujeres que transforman organizaciones desde lo invisible, lo emocional y lo esencial. Mientras transforman la experiencia del cliente y siguen derribando prejuicios y demostrando que la experiencia no solo se gestiona: se lidera.

El futuro de la experiencia del cliente no es solo digital. Es humano. Es estratégico. Y, cada vez más, es femenino.


El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor (a) y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo


 

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