Padres y madres millennials describen a la Generación Alpha como consumidores exigentes, digitales e influenciados por redes sociales, aunque más preocupados por su apariencia y emociones
Un estudio de NielsenIQ Chile analizó la percepción de padres y madres millennials sobre la Generación Alpha, niños y adolescentes nacidos entre 2010 y 2025. Según el informe, el 63% de los progenitores los describe como más informados, mientras que el 60% los considera opinantes, el 53% creativos, el 52% exigentes e inclusivos, y el 48% independientes.
Sin embargo, los resultados también muestran desafíos: el 39% de los padres cree que tienen menor tolerancia a la frustración, un 48% los percibe más ansiosos y el 51% asegura que están más preocupados por su apariencia física que generaciones anteriores.
Hábitos de consumo y relación con marcas
En términos de consumo, la Generación Alpha prioriza el diseño atractivo de los productos (56%) y que las marcas estén presentes en redes sociales (46%). Factores como la innovación (34%) o la promoción por influencers (32%) tienen menor influencia. La sostenibilidad es considerada un requisito básico, pero solo el 17% la destaca como diferenciador.
En la alimentación, los padres son quienes deciden en un 88% de los casos lo que comen sus hijos, tomando en cuenta presupuesto (75%), salud (54%) y promociones o descuentos (39%).
Gabriela Jorquera, Research Manager en NielsenIQ Chile, explicó que los Alpha son nativos digitales desde la cuna, con relación intuitiva y profunda con la tecnología, lo que redefine sus expectativas frente a marcas, productos y contenidos. Añadió que esta generación exige estrategias centradas en la inmediatez, autenticidad y responsabilidad social, aunque la exposición constante a redes sociales plantea desafíos para su acompañamiento y desarrollo.
Implicancias para las marcas
Según NielsenIQ, las empresas enfrentan el reto de adaptar sus estrategias para conectar con la Generación Alpha, un grupo que ya impone nuevas reglas de consumo y formas de interacción con el mundo. Las marcas deberán equilibrar innovación, autenticidad y responsabilidad social, considerando la influencia de las redes sociales y la necesidad de generar confianza y valor para los padres que supervisan la compra de sus hijos.