[Entrevista] María Jose Terré: “Hablamos de la “falta de agua” simplemente, olvidándonos de que lo principal es contar con agua limpia y potable”

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La periodista chilena asumió recientemente la dirección ejecutiva de la ONG internacional WATERisLIFE, entidad que en los últimos 15 años ha logrado llegar con agua potable a más de 1.5 millones de personas


María José Terré es periodista de la Universidad Católica, ha desempeñado su carrera profesional en diversos medios de comunicación nacional, pero su vida cambió radicalmente en 2018, año en que conoció a Ken Surritte, fundador y CEO de WATERisLIFE, una organización sin fines de lucro que se ocupa de la crisis del agua ofreciendo programas de educación sobre agua potable, saneamiento e higiene a comunidades de todo el mundo.

“Después de haber conversado media hora me invitó a ser parte de WATERisLIFE. En ese momento me encontraba grabando un programa de televisión y tenía viajes ya programados, por lo que no los pude acompañar en la misión que se realizaba a Kenia cada año. Al año siguiente lo llamé y le dije que ya había organizado mi agenda para ir, le pregunté si me podía sumar y me dijo que sí”, recuerda Terré.

Hoy, a casi cinco años de esa decisión, María José revisa el trabajo desarrollado y principales desafíos de la ONG que desarrolla proyectos en África y Latinoamérica sustentados en la innovación, la tecnología y con principal foco en el empoderamiento de las mujeres.


¿Cómo nace Water Is Life y  cuál ha sido el impacto que ha tenido desde su formación?

“Water is Life es una ONG que se encarga de entregar sistemas de filtración de agua potable a personas que no tienen acceso a agua limpia. Mediante el uso de la tecnología y la innovación desarrollamos proyectos que involucran directamente a las comunidades para volverlas sustentables en el tiempo y así poder cambiar la calidad de vida de millones de personas alrededor del mundo”.

“Nuestro objetivo principal es llegar a la mayor cantidad de personas que necesitan acceso a agua potable en países de África y Latinoamérica, duplicando el impacto que se ha generado en los últimos años. Hoy nos encontramos cumpliendo a cabalidad las metas en cuanto a litros de agua distribuidos a través de los proyectos que realizamos, pero dentro de nuestros objetivos está llegar a más personas que necesiten de nuestra ayuda”.

“En cuanto a impacto, en los últimos 15 años Water is Life ha logrado llegar con agua potable a más de 1.5 millones de personas. Actualmente contamos con una operación pequeña, pero con personas tremendamente capaces y entregadas a la causa. Tenemos equipos de voluntarios en Chile, Kenia y Brasil, donde acabamos de realizar un proyecto para las personas que viven en el Amazonas sin acceso a agua limpia y venimos llegando de Puerto Rico para ayudar a una comunidad que fue afectada por el último huracán. El director de desarrollo a nivel global volvió a Kenia para seguir con los proyectos en esa zona y yo me vine a Chile para llevar a cabo el primer gran proyecto que realizamos el primero de diciembre junto a Betterfly, la Municipalidad de Viña del Mar y Techo en los campamentos que más lo necesitan”.


¿Por qué decidiste ser primero voluntaria de Water is life y posteriormente asumir el cargo de Directora Ejecutiva?

“En 2019 fue la primera vez que viajé a Kenia y fue toda una experiencia. Me di cuenta de la situación de extrema pobreza en la que vivían millones de personas, la mayoría sin ningún acceso al agua potable. En estos lugares la población muere por enfermedades relacionadas con la ingesta de agua contaminada, y el 90% son niños menores de 5 años, porque les da diarrea y se mueren de deshidratación. Es otro mundo”.

 

“Cuando volví, tiempo después me propusieron un proyecto laboral para llevar a personas a viajar conmigo a cualquier parte del mundo que eligiera. Y elegí Kenia. Me fui a principios de febrero del 2020 y antes de volver, llegó la pandemia, lo que me dejó ahí por varios meses. Fue entonces cuando me di cuenta de que si no había nadie de la ONG viviendo en las zonas afectadas  para liderar y supervisar los proyectos, era imposible llevarlos a cabo. Hablé con Ken, me ofrecí para quedarme y ya llevo 3 años viviendo en Kenia”.


¿Cómo es el trabajo que ustedes realizan con las comunidades?

 “Personalmente me gusta poner la atención en las personas y en solucionar el problema diario que enfrentan a la hora de acceder a agua potable. Como periodista, siempre me he enfocado en las relaciones humanas buscando entender cómo se vive y cuál es la realidad en distintos lugares del mundo. No soy ingeniera hídrica ni experta en agua, pero el haber vivido en varios lugares del mundo me ha permitido desarrollar experiencia en la relación con las personas, con sus luchas y dolores, así como con sus sueños y esperanzas”.

“He aprendido que no sirve ayudar con lo que uno piensa que el otro necesita si no nos tomamos el tiempo de conversar y preguntarle directamente cuáles son sus problemas. Para que un proyecto sea exitoso es fundamental involucrar a las comunidades y hacerlos parte de la solución, de forma que dure a lo largo del tiempo. Identificar líderes comunitarios que se responsabilicen con el mantenimiento y la supervisión de tanto los pozos como de los sistemas de filtración que potabilizan el agua que extraen de los mismos y realmente entender en qué radica su sufrimiento, que puede variar de muchas formas en distintos países, sin embargo, el agua es un bien vital que todos los seres humanos necesitamos para sobrevivir”.

“También nos interesa destinar una gran parte de nuestros recursos al empoderamiento de las mujeres, ya que alrededor del mundo entero, son ellas y las niñas quienes se encargan de recolectar el agua que utilizan a diario. En África son ellas quienes caminan kilómetros exponiéndose a peligros y accidentes, dejando de lado sus estudios y la posibilidad de realizar otros trabajos. El acceso a agua potable tiene un gran impacto en la calidad de vida de las personas, así como en el desarrollo económico y en la disminución del daño al medio ambiente”.


¿Qué tipo de innovaciones utilizan?

“Contamos con distintos sistemas de filtración que son utilizados dependiendo del lugar y las condiciones a las cuales nos enfrentamos. Primero debemos ver si existe alguna fuente de agua como un río, lago, pozo o aguas lluvia y luego analizar la calidad de esa agua para determinar si es potable o necesita algún sistema de filtración que la vuelva segura para la ingesta humana”.

 

“Dentro de las innovaciones con las que trabajamos se encuentra una bombilla o pajita mágica. Este es un dispositivo de filtración personal que utiliza una combinación de carbón activado y una mezcla patentada de metales permitiendo filtrar hasta 1.000 litros de agua potable. Es decir, si una persona promedio toma un litro y medio de agua al día, este filtro podría proporcionar agua limpia durante 2 años”.

“También contamos con nuestro sistema Bucket Nano Filter, que en base a tubos de micro filtración (0,1 micrones) por los que pasa el agua, elimina bacterias y microorganismos, para que el agua quede microbiológicamente segura para tomar. Es un sistema súper eficiente y lowcost, que nos permite llevarlo a lugares sin acceso a grandes flujos de agua. El sistema no requiere químicos ni nada adicional, solo un balde que puede ser comprado donde sea”.

“Sobre esto, contamos con la línea de tecnología de ultrafiltración SunSpring, desarrollada en USA y que genera agua del más alto nivel de calidad. Es un sistema autosustentable, que cuenta con pre filtros y un filtro de 0,02 micrones. Es 100% green energy además de off-grid, que no necesita electricidad. Cuenta con paneles solares y turbinas eólicas  incorporadas que nos permiten generar 20.000 litros de agua potable al día, por 10 años o más. Esta solución es top de línea en WiL y la hemos llevado a múltiples países, incluso acabamos de llevar una unidad para un gran proyecto que estamos llevando a cabo en Puerto Rico”.


Dada tu experiencia ¿Cómo ves la situación en Chile del agua potable? ¿Crees que es posible resolverlo en el mediano plazo? 

“En Chile existe una realidad bastante privilegiada con respecto a otros países del mundo en los que trabajamos, sin embargo, aproximadamente un 10% de la población chilena no tiene acceso a agua potable. Muchas veces hablamos de la “falta de agua” simplemente, olvidándonos de que lo principal es contar con agua limpia y potable que sea segura para la ingesta del consumo humano. No tiene ningún sentido proveer agua si es que esa agua está contaminada. Por lo mismo, esto no significa que aquí en Chile no haya necesidades, sobre todo en los campamentos que son abastecidos de agua por los camiones aljibe, donde no hay una claridad ni control sanitario”.

“En las poblaciones y campamentos sus habitantes tienen dos posibilidades de acceder al agua: o se “cuelgan” ilegalmente de cañerías, o esperan a los camiones, pero no tienen cómo saber si esa agua está limpia o no. Más aún cuando guardan el agua en baldes a la intemperie durante días, lo que favorece el micro cultivo de bacterias de forma inmediata. Es por esta razón que hicimos la alianza con Techo, quienes son expertos en estudios que demuestran la realidad que se vive en los campamentos, y son quienes nos han proporcionado toda la información y la data para elegir los lugares en los que nos encontraremos trabajando durante los próximos meses. Junto a Betterfly como principal partner creemos que uniendo el expertise, la fuerza humana y tecnología de primer nivel podemos solucionar el acceso a agua en los campamentos del país”.


¿Cuáles son las proyecciones que tienen para el año 2023?

“Nuestro objetivo principal como organización es llegar a la mayor cantidad de personas en países de África y Latinoamérica, dadas las necesidades urgentes que existen con respecto al acceso de agua potable”.

“Para ello, trabajamos en un plan de acción para hacer crecer la organización de forma exponencial, desarrollando nuevas alianzas con distintas entidades que, a través de su participación, nos permitan llegar a nuevos lugares como El Salvador, Puerto Rico, Haití, Perú y México, enfocándonos en nuestra experiencia y el conocimiento para asegurar un proyecto eficiente y sustentable a lo largo del tiempo”.

“Una de mis metas como directora este 2023 es mantener la solidez que nos da el impacto concreto de generar un cambio real en la mayor cantidad de personas como también contribuir a la generación de conciencia en todos aquellos que sí tenemos acceso a agua potable. Creo que muchas veces se nos olvida lo privilegiados que somos al poder tomar agua directamente desde la llave sin necesidad de hervirla o filtrarla, y solo cuando seamos capaces de ver que no se nos está garantizada para siempre vamos a empezar a cuidarla”.


 

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