La norma introduce mayor certeza jurídica, proporcionalidad y silencio administrativo positivo para destrabar inversiones y dinamizar la economía chilena
En un paso clave para la modernización del aparato estatal, la Sala de la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó el proyecto de “permisología”, que ahora queda convertido en ley de la República. La nueva norma busca agilizar los permisos sectoriales para proyectos de inversión, reduciendo significativamente los tiempos de tramitación, pero sin debilitar la protección ambiental ni los estándares regulatorios.
Silencio administrativo, proporcionalidad y certeza jurídica
La ley permitirá reducir entre un 30% y un 70% los tiempos de tramitación de 380 permisos sectoriales, involucrando a 37 servicios y 16 ministerios.
Uno de los cambios más relevantes es la incorporación del silencio administrativo positivo, que establece que si la autoridad no responde en los plazos establecidos, el permiso se considera otorgado automáticamente.
Además, se aplica el principio de proporcionalidad, lo que significa que las exigencias para la habilitación de proyectos se ajustarán al nivel real de riesgo involucrado, evitando cargas burocráticas innecesarias.
Más productividad con estándares ambientales
El ministro de Economía, Nicolás Grau, aclaró que “esta ley no afecta la protección ambiental”, ya que las críticas apuntaban erróneamente al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), que queda fuera de este marco.
La nueva legislación busca dotar de certeza jurídica, mayor transparencia y eficiencia a los procesos administrativos, sin reducir los estándares de protección del medio ambiente o de las comunidades.
Desde el oficialismo, algunos parlamentarios destacaron los beneficios para la pequeña y mediana empresa, mientras otros manifestaron dudas sobre posibles efectos en el entorno. Sin embargo, la oposición respaldó mayoritariamente la iniciativa, valorando su impacto positivo en la generación de empleo y dinamización económica.
Esta es considerada una de las reformas más importantes en materia de permisos en Chile en las últimas décadas, clave para enfrentar los desafíos del crecimiento, la inversión sostenible y la productividad.