El proyecto de Bien Público “Ruta Ancestral”, apoyado por Corfo y ejecutado por Cordenor, entregó los resultados de una consultoría que evaluó 31 nuevos recursos turísticos en la Región de Tarapacá. Muchos de estos recursos no figuraban en catastros oficiales, pero poseen alto valor patrimonial, identitario y natural, apuntando a un turismo territorial, sostenible e inclusivo.
Los antecedentes fueron presentados en un encuentro con representantes de Corfo, Sernatur, AGATA, asociaciones de guías de turismo y emprendedores, en el que se destacó la incorporación de componentes como turismo aventura, astroturismo, saberes ancestrales, paisajes geológicos, música y espiritualidad andina, elementos que conforman el alma del Tamarugal y el altiplano.
Turismo territorial, sostenible e inclusivo en Tarapacá
La directora regional de Corfo, Catalina Cortés, señaló que “el proceso de identificación, priorización y planificación estratégica de recursos turísticos desarrollado en Tarapacá representa un paso sustantivo hacia una visión más territorial, sostenible e inclusiva del turismo regional”.
Por su parte, la directora regional de Sernatur, Milisa Ostojic, afirmó que la consultoría “Transformación de recursos ancestrales en experiencias turísticas auténticas y sostenibles” constituyó “un espacio de encuentro y reflexión, por cuanto logró construir una radiografía técnica y cultural de la riqueza turística que posee el territorio”.
El análisis aplicó una matriz técnica basada en 10 criterios, que otorgó a cada recurso una puntuación objetiva para jerarquizar prioridades, identificar necesidades de intervención y orientar futuras inversiones.
Ruta Ancestral y hoja de ruta para la gobernanza local
El trabajo desarrollado por la consultora Cige no solo visibiliza el potencial turístico del territorio, sino que reafirma el turismo como herramienta de desarrollo integral, capaz de fortalecer la identidad local, diversificar economías rurales, revalorizar oficios, proteger el patrimonio y reconectar a las personas con su entorno natural y cultural.
Cada evaluación estuvo acompañada de una hoja de ruta concreta, con estrategias de corto, mediano y largo plazo, que van desde acciones básicas de promoción o señalética, hasta modelos avanzados de gobernanza, empaquetamiento turístico y conservación patrimonial.
El proceso demostró que es posible avanzar hacia un modelo de turismo con identidad y gobernanza local, respetando los tiempos, saberes y aspiraciones de las comunidades indígenas y rurales, y evitando lógicas extractivas o masivas.