A los 89 años falleció el expresidente uruguayo. Diversos actores políticos lamentan la partida de un referente ético, símbolo de sobriedad y lucha por la justicia social
La mañana de este martes falleció en Montevideo el expresidente uruguayo José “Pepe” Mujica, a los 89 años. Aquejado desde hace meses por un cáncer de esófago y con una enfermedad inmunológica crónica, Mujica murió tal como vivió: con sencillez, entereza y sin privilegios. Su figura, sinónimo de austeridad, compromiso social y coherencia política, deja una huella imborrable en América Latina.
La triste noticia fue ratificada por el Presidente Uruguay, Yamandú Orsi, quien manifestó que “Con profundo dolor comunicamos que falleció nuestro compañero Pepe Mujica. Presidente, militante, referente y conductor. Te vamos a extrañar mucho Viejo querido. Gracias por todo lo que nos diste y por tu profundo amor por tu pueblo”.
Mujica fue guerrillero tupamaro durante la dictadura uruguaya, estuvo preso más de una década y luego transitó, sin rencor, hacia la política institucional. Fue ministro, senador y finalmente presidente entre 2010 y 2015. Gobernó sin lujos, desde su chacra en las afueras de Montevideo, donando casi el 90% de su sueldo a causas sociales y usando un viejo Volkswagen escarabajo como transporte oficial.
“El poder no cambia a las personas, solo revela quiénes son”, solía decir con su tono pausado, mezcla de campesino y filósofo. Mujica defendió la vida sencilla, el pensamiento crítico y una democracia viva, construida desde abajo.
Se casó en 2005 con su compañera de militancia, la ex vicepresidenta y ex senadora Lucía Topolansky, aunque ya vivían juntos desde hace 20 años. Estuvieron separados cuando cayeron presos en 1972, reencontrándose con la restauración democrática tras la dictadura.
No tuvieron hijos. “Me dediqué a cambiar el mundo en la época que tenía que tener hijos”, fueron sus palabras para explicar aquella decisión.
Reacciones en Chile
Su partida generó reacciones inmediatas en Chile. El presidente Gabriel Boric escribió en redes sociales “Pepe querido, te imagino partiendo preocupado por la ensalada amarga que hay hoy en el mundo. Pero si algo nos dejaste fue la esperanza incombustible de que es posible hacer las cosas mejor -“pasito a pasito para no desbarrancarnos”como nos decías-, y la convicción innegociable de que mientras nos palpite el corazón y haya injusticia en el mundo vale la pena seguir luchando”.
“Te vas físicamente pero te quedas para siempre. Te prometo que el Olivo que plantamos en febrero en tu chacra florecerá. Un abrazo gigante a Lucía que es otra gigante de América, a tu pueblo uruguayo que tanto quisiste, y al mundo entero que te tomó prestado. Gracias por la vida y las enseñanzas. Contigo será imposible el olvido”, finalizó el Jefe de Estado..
Por su parte, el diputado de los Regionalistas Verdes, Jaime Mulet, resaltó que “Tu vida, marcada por la coherencia, la austeridad y el compromiso con los pueblos, nos deja un legado de sencillez, justicia social y dignidad humana que seguirá honrándose en cada rincón de América Latina. Descansa en paz querido José Pepe Mujica, gran presidente de la República Oriental del Uruguay que supiste abrazar con fuerza las banderas de las democracia gobernando brillantemente tu país consolidándolo en la senda del progreso”.
En tanto, la militante del Partido Comunista, Jeannette Jara dijó que “Hoy nos deja un referente de la izquierda latinoamericana: José “Pepe” Mujica. Un hombre tranquilo, austero y sencillo, que llenó de carisma y sensatez la política. Por tu profundo amor al pueblo, por tus ganas de cambiar el mundo para que este sea más digno, justo e igualitario, por todo eso y más, te llevaremos siempre en la memoria y el corazón. Hasta siempre, querido Pepe”.
Gonzalo Winter, Diputado del Frente Amplió destacó que “Su muerte duele, pero su legado es un llamado permanente a actuar con humildad, valentía y amor por los pueblos de América Latina. Gracias por tanto, Pepe. Ha muerto Pepe Mujica, un gigante latinoamericano que nos enseñó que se puede hacer política sin soberbia, sin lujo, sin vanagloria, pero con una convicción inquebrantable de transformar el mundo”.
La diputada Karol Cariola (PC) lo recordó con emoción que “Se nos va un gigante sencillo. Pepe Mujica nos enseñó que se puede hacer política sin perder la humanidad ni la ternura. Gracias por tanto compañero. Te llevas el respeto de un continente. Pepe Mujica no muere: vivirá en cada causa justa, en cada gesto humilde, en cada lucha digna.
Carolina Tohá, exministar del Interior manifestó que “Ha partido Pepe Mujica, un hombre de coherencia, humildad y compromiso con su pueblo. Tuve el privilegio de recibirlo como alcaldesa de Santiago y conocer su sencillez y convicciones. Su legado seguirá inspirando a quienes creemos en la política como servicio. Hasta siempre, Pepe”.
Una ética que perdura
Más que una figura política, Mujica fue un símbolo cultural y moral. Legalizó el matrimonio igualitario, despenalizó el aborto y avanzó en la regulación del cannabis, pero lo que más se le reconoce es haber liderado con humildad y sin cálculo. Se fue sin riquezas, pero dejando un tesoro: su ejemplo.
Hoy América Latina pierde a uno de sus últimos sabios. A un hombre que, desde la cárcel, el campo y la presidencia, hizo de su vida un acto político en sí mismo. José Mujica ya no está, pero su ética perdura.