Madre de Valentina y Sofía, abogada de la Universidad de Chile, integrante del directorio de la Corporación Pro O´Higgins y actual gerenta de Sustentabilidad y Asuntos Externos de la División El Teniente de Codelco Chile. Se trata de Valentina Santelices Riquelme, una mujer nacida en Santiago, pero que desde finales del año 2009 se instala en Rancagua -como la única abogada de divisiones de la cuprífera estatal- y desde entonces ha ejercido un liderazgo y protagonismo irrefutable que la ha llevado a ser reconocida y respetada en los diversos círculos de la sociedad regional y nacional
Poder y Liderazgo conversó en exclusiva con esta ejecutiva minera que se destaca por su claridad de ideas y la pasión que impregna a sus palabras a la hora de defender lo que cree y piensa: “Hay muchas mujeres ya preparadas para asumir los desafíos que significan los cargos directivos, solo hay que creer en ellas y ellas creer en que SI SE PUEDE y que, como decimos las Tenientinas… De Nosotras Depende”
¿Cuál es su visión respecto de la realidad de las mujeres que ejercen cargos directivos en el país?
“Las mujeres estamos aportando muchísimo en todos los ámbitos de la sociedad, estoy convencida que siempre ha sido así, solo que en estos días se vuelto más visible y más urgente generar espacios para que más mujeres alcancen altos niveles directivos y de toma de decisiones. Estamos en un buenísimo momento, tal vez estamos siendo testigos de algo histórico en relación con las oportunidades que se están produciendo para que las mujeres nos integremos en distintas ámbitos para contribuir al desarrollo de nuestro país”.
¿Qué costos familiares y profesionales ha implicado para usted asumir la gerencia de sustentabilidad de una empresa tan importante como Codelco – El Teniente?
“Costos profesionales ninguno, todo lo contrario, ha sido una tremenda oportunidad para desplegar mis capacidades y competencias al máximo para entregar lo mejor de cada uno en bien de una empresa que tiene un tan noble propósito, como es Codelco. Me llena de orgullo el que mi esfuerzo personal y el colectivo de todos nosotros los trabajadores de Codelco, vaya en directo beneficio de quienes más lo necesitan en Chile, esto me motiva a diario “para dejar todo en la cancha”.
“El área que he estado liderando estos años es de aquellas que está más cerca de las personas que necesitan de nuestro esfuerzo, por lo que los desafíos de poner la sustentabilidad en el propio corazón del negocio y que ello proporcione valor a la propia comunidad con la que compartimos, son un verdadero privilegio para una o un profesional. En lo personal, soy una mujer afortunada, pues en casa vivimos y buscamos permanentemente la corresponsabilidad de toda la familia, así como la conciliación de la vida personal, familiar y laboral. Tenemos unas bellas hijas muy colaboradoras que tienen muy claro que el desarrollo de uno es el desarrollo de todos y para eso, el esfuerzo también es de todos”.
A lo largo de los años de su carrera profesional, ¿ha sentido discriminación por ser mujer?
“No podría decir que he sufrido discriminación si he logrado llegar hasta donde estoy. Soy una mujer que ha tenido el privilegio de encontrar en su camino una empresa extraordinaria, en la que me llena de orgullo trabajar, aquí he tenido jefes extraordinarios que me dieron la oportunidad, que creyeron en mí y me respaldaron. Partí siendo la única mujer abogada trabajando en alguna División de Codelco, luego como directora éramos solo 2 en toda la División y como Gerenta fui la única durante 4 años. En todos estos pasos, fui aprendiendo que para sostenerte debes ser más aplicada y muy competente”.
“No obstante no haberme sentido discriminada ni maltratada, si he visto que en muchas ocasiones existe “destrato”, es decir, diversas situaciones en que –aunque es inconsciente – hay una invisibilidad a la opinión e imagen de la mujer en una compañía. Para contrarrestarlo, hasta ahora hemos tenido que validarnos permanentemente, hacer un poco más de esfuerzo, estar mejor preparadas, alzar la voz o repetir 2 veces la opinión. El mundo minero no es fácil, por eso una debe primero creer en una misma, ser potente profesional y personalmente”.
En ese sentido, ¿Qué tan complejo es desenvolverse en una industria dominada por hombres, como el minero?
“La dificultad no es excluyente de otras industrias o ámbitos laborales, en mi opinión está el esfuerzo inicial que una mujer debe hacer a igualdad de conocimiento y experiencia, para validar su opinión. En mundos muy masculinizados donde no ha existido costumbre de mujeres en cargos de toma de decisión o de opinión, nos les resulta tan natural dichas opiniones, que muchas veces no son lo que están acostumbrados a oír, por lo que en unos inicios es posible ver como se minimiza la opinión de una mujer, se hacen bromas desviando la atención del equipo o se invisibiliza, lo que algunas llaman “el destrato”.
¿Cree que la desigualdad de género es más latente en el mundo minero que en otros sectores? ¿Se ha avanzado en esta materia?
“Las empresas mineras han entendido la oportunidad que significa para ellas que sus equipos de trabajo sean más diversos, con lo que estamos siendo testigos que muchas de ellas ya disponen de planes que permitan alcanzar una mayor inserción de mujeres. El caso de Codelco, que es el que obviamente conozco más de cerca, es un buen ejemplo. Actualmente dispone de una dotación femenina superior a la media de la industria, cuenta con una política corporativa de diversidad de género, todas sus divisiones están implementando o ya se han certificado en la Norma NCh 3262, y siguen un plan maestro con metas medibles en el ámbito de inclusión de la mujer y diversidad de género”.
¿Existe alguna iniciativa que usted destaque-a nivel privado como público- en cuanto a equidad de género?
“Hoy existe claridad y reconocimiento de que ha habido una discriminación inconsciente, entonces aquellas políticas públicas de visibilizar la necesidad de trabajar en la equidad de género está en el camino correcto”.
“En este sentido, Codelco lo ha estado abordando desde hace un tiempo con mucha fuerza y convicción, como decía antes, partiendo por disponer de una política corporativa de igualdad de género, un plan maestro con acciones medibles tanto en el corto, mediano como largo plazo, con diversas metas, entre las que se considerará una meta dotacional del 20% de mujeres, el mismo en niveles de alta dirección, por mencionar algunas. A nivel público he visto muchas iniciativas en la misma senda, esto es, en facilitar la conciliación de la vida laboral de una mujer con su vida familiar, ejemplo de aquello es la política de aumentar la disponibilidad de salas cuna, las medidas de postnatal para los padres, entre otros”.
En esa misma línea, ¿considera que el sector privado está al debe en cuanto a acciones que permitan equiparar oportunidades laborales, sueldos y/o beneficios entre hombres y mujeres?
“Creo que debemos pasar de la obligación a la convicción. Existe un enorme espacio para la preparación de mujeres para que desarrollen sus competencias y prepararlas para asumir cargos de alta dirección. Hoy aún es insuficiente el número de mujeres en dichos cargos. Así también me resulta incomprensible que exista aun diferencia en las remuneraciones a igualdad de trabajo y que el hecho de la maternidad, sea visto como un detrimento para el desarrollo de las carreras profesionales de las mujeres”.
A su entender, ¿Qué aporta una mujer a la dinámica y desarrollo de una organización?
“Está demostrado consistentemente que los equipos más diversos son más efectivos. Las “multimiradas” a un mismo problema contribuyen de mejor forma al enriquecimiento de las ideas y por ende al éxito de la decisión y el adecuado control de riesgo que se toma”.
“Las mujeres aportan precisamente con una visión más integral, global, aporta detalles que no siempre están a la vista por los hombres, sin prejuicios, dispuestas a escuchar, indagar y aprender de otras visiones, en otras palabras más flexibles. La capacidad de escucha colabora mucho en su capacidad de resolver conflictos de manera que todos ganen. Estos son solo algunos ejemplos, pero quiero dejar claro un mensaje: no somos en ningún caso mejores ni peores que los hombres, solo somos diferentes y aportamos en aspectos diferentes y complementarios. Ahí está la riqueza del aporte de la mujer en equipos multidisciplinarios y de alto desempeño”.
Desde su cargo, ¿Qué acciones concretas ha impulsado para promover la igualdad de género?
“He tenido muchas oportunidades al interior de Codelco para desarrollarme y poder aportar desde distintas posiciones, por lo que me siento responsable de facilitar el camino para aquellas que vendrán después de mí. Visibilizar con mi propia experiencia y mi cargo actual que las mujeres somos un aporte a la industria. Abrir los caminos que sean necesarios para que aquellas mujeres que vendrán después tengan un espacio laboral más fácil y natural para aportar al desarrollo de nuestro país”.
“Tenemos un mundo de talento (el 51% de la población Chilena son mujeres) que debemos ir a buscar, encantarlo y retenerlo, todo para empujar al desarrollo de las empresas y con ello al desarrollo del propio país. En este sentido, soy la líder divisional de la implementación de las políticas de género en la División El Teniente, hemos alcanzado grandes logros, desde el mejoramiento de la infraestructura necesaria para disponer de más mujeres trabajadoras, hasta disponer de un sistema de gestión amparado en la NCh 3262 de Diversidad de Genero, por mencionar algunos”.
“Entre todas las acciones que hemos desarrollado en estos años, el que más cariño me provoca sin duda es el programa de mentorías, que es una iniciativa colaborativa con el Ministerio de Minería, a través del cual mujeres profesionales en posiciones de liderazgo de El Teniente se hacen mentoras de jóvenes estudiantes de 4° medio, específicamente de carreras técnico mineras de la región, para generar un acercamiento al mundo minero y contribuir a la inclusión y permanencia de las mujeres en la minería”.
A nivel profesional y personal, ¿a qué mujer admira Valentina Santelices?
“Sin lugar a dudas a la Dra. Eloisa Diaz, primera mujer estudiante de medicina en Chile, primera mujer médico de Chile y Latinoamérica, quien además tuvo toda su vida un fuerte compromiso social. Dedicó su vida al servicio médico de los escolares, instaurando -por ejemplo- el desayuno escolar en Chile, lo que mejoró la salud de nuestros niños más vulnerables. Sin duda, un ejemplo en todos los ámbitos”.
Suena el teléfono, debemos terminar la entrevista, hemos estado por más de una hora en su oficina intercambiando ideas y propuestas para avanzar en reducir las brechas existentes en materia de equidad de género que tanto afectan a las mujeres chilenas.
La agenda de Valentina Santelices es apretada, llena de compromisos y tareas propias de un cargo gerencial que la llenan de orgullo y satisfacción, pues su trayectoria laboral y personal, de más de 14 años en una empresa tan relevante como Codelco, son un claro ejemplo de que “si se puede”, expresión que reafirma con su mensaje a las mujeres de la región de O´Higgins… ”No existen límites ni espacios excluyentes en donde no podamos aportar. Tengo la convicción de que estamos preparadas y tenemos el talento necesario. Somos responsables de nuestro propio destino. Se necesita convicción y confianza en lo que somos y en todo lo que podemos aportar al país”.
