A través de una alianza con la Fundación Luciérnagas, adolescentes del Sename O’Higgins contribuyen con material didáctico sensorial, fortaleciendo terapias para niños y niñas con diagnóstico de neurodivergencia
Adolescentes del Centro de Justicia Juvenil de Graneros, dependiente del Sename O’Higgins, participaron en un voluntariado para crear kits sensoriales destinados a niños y niñas con diagnóstico TEA atendidos por la Fundación Luciérnagas en Doñihue. La actividad se desarrolló en el marco de una alianza colaborativa, con el objetivo de generar un apoyo tangible para las terapias diarias que realiza la fundación.
La conexión entre el centro y la fundación se inició en mayo de 2025, planteando como desafío que los jóvenes aportaran material didáctico útil y funcional, por lo mismo la iniciativa contempló la confección de insumos esenciales, destinados a fortalecer las actividades terapéuticas de la institución y reforzar la inclusión de niños y niñas neurodivergentes.
Carolina Villarroel, directora regional (s) del Sename O’Higgins, destacó que “este tipo de iniciativas provoca un cambio de perspectiva en los adolescentes, mostrándoles otras realidades referentes a la infancia, por tanto, sin duda es un aporte positivo que hayan querido ser parte de este voluntariado”.
Elaboración de kits y trabajo en equipo
La terapeuta ocupacional Edith Figueroa explicó que los adolescentes prepararon seis kits sensoriales, fundamentales para las terapias de la fundación. Posteriormente, se realizó una charla educativa, donde los jóvenes comprendieron la relevancia y el valor de su contribución.
El proceso de trabajo en equipo contó con la participación de talleristas de arte y educadoras de trato directo (ETD), quienes guiaron la elaboración de los productos. Las sesiones se realizaron una vez por semana durante aproximadamente tres meses, fomentando habilidades de organización, colaboración y responsabilidad.
La actividad finalizó con una ceremonia de entrega, donde participaron la directora regional (s), el director de la Fundación Luciérnagas, profesionales y un grupo representativo de jóvenes del centro. Este evento consolidó la experiencia de voluntariado y el compromiso de los adolescentes con la inclusión social y apoyo comunitario.
La iniciativa no solo permitió generar recursos para niños TEA, sino que también fortaleció la formación socioemocional y educativa de los jóvenes, promoviendo valores de solidaridad, respeto y cooperación en un entorno de aprendizaje práctico.