Investigadores de la UOH alertan sobre los desafíos normativos, técnicos y culturales que limitan el reciclaje efectivo de bolsas plásticas
Académicos de la Universidad de O’Higgins (UOH) analizaron los principales problemas que enfrenta el reciclaje de bolsas plásticas en Chile, alertando sobre vacíos normativos, deficiencias tecnológicas y baja conciencia ciudadana.
El profesor Humberto Aponte, del Instituto de Ciencias Agroalimentarias, Animales y Ambientales (ICA3), advirtió que la reciclabilidad de las bolsas plásticas es baja. Las razones: falta de infraestructura, clasificación previa obligatoria y ausencia de tecnología adecuada para su tratamiento.
“El reciclaje de bolsas requiere plataformas específicas, y las plantas recicladoras no están preparadas para ello. Se necesitan incentivos para modernizarlas y avanzar hacia el ecodiseño, que facilite su reciclaje”, explicó el investigador.
Aponte también señaló deficiencias regulatorias. Aunque la Ley 21.100 (“Chao Bolsas Plásticas”) logró reducir el uso de este producto, la Ley REP no las considera de forma explícita, generando un vacío.
“Se requiere una articulación más eficaz entre la REP y las políticas de prohibición, además de reforzar la educación y cultura del no uso”, agregó.
Reciclaje limitado y necesidad de prevención
Felipe Puga, investigador postdoctoral del ICA3-UOH, complementó que las bolsas plásticas de un solo uso causan graves impactos ambientales. Su acumulación, fragmentación en microplásticos y daño potencial a la salud humana son problemas persistentes.
“El reciclaje no es una solución completa. Muchos materiales no son reciclables y el proceso consume recursos”, explicó.
Actualmente, el reciclaje se realiza de dos formas:
- Reciclaje mecánico, que permite reprocesar polímeros como HDPE, LDPE o PP.
- Reciclaje químico, que descompone los plásticos mediante pirólisis o despolimerización, pero es más costoso.
Puga detalló que no todas las bolsas son reciclables: el tipo de polímero, aditivos o contaminación afectan el proceso.
Ambos académicos coinciden en que la prevención es la vía más eficaz. Proponen reducir la producción desde el origen, fomentar alternativas reutilizables y fortalecer la educación ambiental, especialmente en sectores donde persiste el uso indiscriminado de plásticos de un solo uso.