Por: Nicolás Deino. Director Ejecutivo para la Industria Financiera de Accenture Chile
Hace una década, realizamos nuestro primer estudio sobre la experiencia tecnológica de los miembros de directorios del sector bancario. Desde entonces, hemos visto cómo avanza la transformación digital, las fintech, la computación en la nube, así como el auge de la inteligencia artificial (IA) y la IA generativa.
Cada ciclo ha presentado oportunidades significativas para los bancos y sus clientes. Sin embargo, también hemos visto desafíos de resiliencia, arquitecturas legadas y amenazas de ciberseguridad con impactos financieros, regulatorios y de reputación.
La tecnología es fundamental para operar y transformar cualquier banco, pero también presenta una de las áreas de mayor riesgo. Es por eso que se hace cada vez más clave que los miembros de los directorios de los bancos tengan conocimientos en tecnología.
Recientemente, estudiamos el perfil de los miembros de los directorios de más de 100 bancos y de más de 1.000 miembros de directorios, evaluando si habían trabajado en empresas tecnológicas o en roles donde pudieran adquirir una experiencia tecnológica significativa.
El número de directores con experiencia en tecnología ha crecido del 6% (2015) al 16% en 2025. Ese aumento de 10 puntos porcentuales en un período de 10 años refleja el compromiso de la industria con el uso adecuado de la tecnología.
Sin embargo, una parte importante de los bancos no tiene ni un solo miembro con experiencia en tecnología. Estos bancos pueden estar particularmente expuestos a una supervisión insuficiente de los riesgos tecnológicos y a no capturar el crecimiento impulsado por la tecnología.
Los bancos sin directores con conocimientos tecnológicos tuvieron un crecimiento promedio de ingresos del 2% CAGR, en comparación con el 3,7% de los bancos con al menos un miembro con experiencia tecnológica.
Hoy los directorios quieren ver a sus equipos ejecutivos mejorando la escalabilidad de tecnologías, la eficiencia operativa, la experiencia del cliente y la innovación para el futuro con nuevas tecnologías e IA. Para lograrlo, los miembros de los directorios deben hacer las preguntas correctas sobre inversión tecnológica, arquitectura, ecosistema externo y roadmap.
Construir experiencia tecnológica dentro del directorio mejora la supervisión de los riesgos que enfrenta la banca, como la resiliencia de plataformas, la ciberseguridad y la ejecución de inversiones. Además, varios reguladores están extendiendo esto para incluir riesgos críticos de terceros.
Por otra parte, los directorios deben impulsar un uso ético y responsable de la inteligencia artificial, alineado con valores del negocio, normas sociales y reglas regulatorias en rápida evolución. Los ejecutivos deben establecer políticas, controles, monitoreo y gobernanza de la IA, así como transparentar dónde y cómo están utilizando la inteligencia artificial.
La tecnología mueve hoy a la sociedad y a los negocios. Los directorios de la banca deben prepararse para capturar todo su valor.
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