La confianza del consumidor en Chile volvió a retroceder levemente en septiembre, según el Índice de Confianza del Consumidor (CCI) elaborado por Ipsos. El indicador se ubicó en 44 puntos, con una baja de 0,3 unidades respecto al mes anterior, manteniéndose en zona de pesimismo por debajo del umbral de 50 puntos.
Con este resultado, Chile quedó en el puesto 25 entre las 30 economías medidas, superando en América Latina solo a Argentina por una décima (43,9). En contraste, el promedio global alcanzó los 48 puntos, sin cambios relevantes frente a agosto.
Estabilidad sin tendencia clara en el consumo
De acuerdo con Ipsos, el índice refleja un escenario de estabilidad, sin señales claras de recuperación ni deterioro pronunciado. Los consumidores chilenos mantienen una actitud de cautela en sus decisiones de gasto, marcada por la incertidumbre política y económica.
Nicolás Fritis, Country Manager de Ipsos en Chile, explicó que el escenario electoral podría incidir en futuros movimientos de confianza.
“A medida que el debate presidencial se acelere y se caliente, con más propuestas concretas y debates más intensos, podríamos observar ajustes en el comportamiento de los hogares: mayor cautela en bienes durables y decisiones de gasto más selectivas. Si la campaña aporta certezas programáticas y señales de gobernabilidad en materias como empleo, impuestos, seguridad y crecimiento, la confianza puede ganar tracción; si predomina la incertidumbre, seguirá imponiéndose la prudencia. Por ahora, los consumidores se mantienen cautos”, señaló Fritis.
A nivel interanual, Chile sí muestra un aumento de +3 puntos respecto a septiembre de 2024, lo que refleja una mejora moderada en el ánimo económico, aunque insuficiente para salir de la zona de pesimismo.
Expectativas económicas repuntan, empleo sigue debilitado
El desglose del índice evidencia dinámicas dispares. El subíndice de Expectativas Económicas fue el único en registrar un avance en septiembre, llegando a 60 puntos, su nivel más alto desde febrero de 2022, antes del inicio del actual gobierno.
Este incremento refleja un optimismo contenido sobre el futuro económico, influido por la posibilidad de cambios políticos y mejores perspectivas de crecimiento. También se asocia a factores estacionales, como el inicio de la primavera en el hemisferio sur, que suele mejorar las expectativas de consumo.
En contraste, el subíndice de Trabajo experimentó la mayor caída, retrocediendo un punto respecto a agosto. El informe muestra que 56% de los encuestados afirma haber perdido su empleo o conocer a alguien que lo hizo recientemente, cifra que posiciona a Chile como el tercer país con mayor incidencia en este aspecto, después de Tailandia y Colombia.
Los subíndices de Situación Actual e Inversiones también retrocedieron levemente, reforzando la percepción de un entorno económico estable, aunque dominado por el pesimismo y la incertidumbre.
Comparación regional y contexto global
En el contexto latinoamericano, la mayoría de los países se mantiene en terreno de optimismo moderado, con índices superiores al de Chile. No obstante, la medición de Ipsos resalta que el país acumula un avance sostenido en los últimos doce meses, lo que lo diferencia de economías vecinas donde la confianza no ha mostrado variaciones significativas.
El promedio global del índice se mantuvo en 48 puntos, lo que indica que Chile sigue rezagado en comparación con economías desarrolladas y emergentes. Pese a ello, el repunte de las expectativas económicas abre espacio para eventuales mejoras, siempre y cuando el escenario político entregue mayor certeza.