La preocupación por el desempleo volvió a instalarse con fuerza en la agenda ciudadana, ya que según el informe “What Worries the World?” de Ipsos, correspondiente a octubre de 2025, el 45% de los chilenos considera el desempleo como uno de los principales problemas del país, ubicándolo en el segundo lugar de las preocupaciones nacionales, solo detrás del crimen y la violencia (63%).
Este resultado representa un aumento de 14 puntos en un año, la variación más pronunciada entre los 30 países medidos por Ipsos, y marca el nivel más alto de inquietud por el trabajo desde septiembre de 2020, cuando la pandemia había dejado la tasa de desocupación en 12,3%.
“La última vez que observamos un nivel tan alto de preocupación por el desempleo en Chile fue hace cinco años, en pleno impacto económico del Covid-19. Hoy, aunque los indicadores de empleo se han estabilizado, la percepción social de vulnerabilidad laboral sigue siendo elevada”, explica Jean-Christophe Salles, CEO de Ipsos LATAM.
Tendencia regional: Chile y Argentina concentran la mayor inquietud laboral
A nivel latinoamericano, Argentina lidera con un 49% de preocupación por el desempleo, seguida por Chile (45%), Colombia (37%) y México (36%). En contraste, Perú (34%) y Brasil (17%) registran los porcentajes más bajos de la región.
Este escenario sitúa a Chile dentro del grupo de países donde el temor a perder el empleo o no encontrar uno adecuado se ha transformado en un factor estructural del malestar social. Según Ipsos, la magnitud del alza responde a una mezcla de incertidumbre económica, automatización y cambios en el mercado laboral postpandemia.
“En Chile observamos un fenómeno dual: la economía crece a un ritmo moderado, pero la percepción de inseguridad laboral se amplifica, especialmente en sectores que aún no se recuperan completamente o que enfrentan reconversión productiva”, agrega Salles.
La encuesta evidencia que la brecha entre percepción y realidad económica sigue siendo significativa. Mientras las cifras oficiales reportan estabilidad en la tasa de desocupación, la ciudadanía continúa expresando temor frente a la calidad y permanencia del empleo.
Evaluación económica: leve mejora, pero confianza ciudadana estancada
El informe de Ipsos también evalúa la percepción general sobre el rumbo del país. Solo un 32% de los encuestados cree que Chile va en la dirección correcta, mientras un 68% considera que avanza por el camino equivocado.
Aunque se trata de un leve repunte respecto de octubre de 2024, el sentimiento general sigue siendo mayoritariamente negativo, lo que sugiere una brecha persistente entre los indicadores macroeconómicos y la percepción social.
En materia económica, un tercio de los chilenos (33%) califica la situación del país como “buena”, tres puntos más que el mes anterior. No obstante, el 67% mantiene una evaluación desfavorable, lo que confirma que el pesimismo económico sigue instalado en amplios sectores de la población.
“Si bien la evaluación económica mejora gradualmente, la confianza social avanza más lento. En contextos de inflación contenida y crecimiento bajo, la gente sigue midiendo su bienestar por la estabilidad del empleo y los ingresos”, plantea el análisis de Ipsos.
El desempleo como indicador de confianza social y política
La evolución del desempleo como preocupación ciudadana refleja, según los expertos, una correlación entre las expectativas laborales y la estabilidad política y social. En Chile, esta percepción ha tendido a intensificarse en momentos de incertidumbre institucional o de menor dinamismo económico.
El informe de Ipsos sugiere que el desempleo se ha transformado en un termómetro del clima social, con efectos directos en la percepción del rumbo del país y en la confianza hacia las instituciones. En los últimos años, la ciudadanía ha mostrado mayor sensibilidad frente al riesgo laboral, especialmente entre trabajadores jóvenes, mujeres y quienes se desempeñan en el sector informal.
“El empleo es una variable simbólica de seguridad y progreso. Cuando la gente siente que su estabilidad depende de factores externos, aumenta la desconfianza y se resiente la cohesión social”, explica Salles.
Este patrón no es exclusivo de Chile. A nivel global, Ipsos observa una tendencia generalizada a valorar más los factores de estabilidad personal que los macroeconómicos, lo que redefine la forma en que se percibe la recuperación económica.
Factores estructurales detrás de la percepción laboral
Entre las razones que explican el alza en la preocupación por el desempleo, Ipsos identifica el aumento del trabajo independiente, la automatización, y los ajustes en sectores tradicionales como comercio y servicios. Además, el impacto de la inflación en los ingresos reales ha contribuido a una sensación de fragilidad económica, pese a las mejoras en indicadores macro.
“Hoy, más que una crisis de empleo, lo que existe es una crisis de confianza en la estabilidad del trabajo. La ciudadanía percibe que el mercado laboral se transforma más rápido que su capacidad de adaptarse”, concluye el reporte.
El estudio, que encuestó a más de 25 mil personas en 30 países, muestra que la preocupación por el desempleo a nivel global se mantiene en 28%, con una leve tendencia a la baja. Sin embargo, Chile contrasta con esa tendencia, mostrando una percepción ascendente y más aguda que la media internacional.
** Informe “What Worries the World?” de IPSOS


