El Parque Nacional Torres del Paine recibe a más de 300.000 visitantes al año, lo que genera presión sobre sus ecosistemas únicos, glaciares y montañas. Frente a esto, la hotelería local ha implementado medidas de sustentabilidad que buscan equilibrar turismo y conservación, marcando un modelo replicable en destinos de alta afluencia.
Bernardo Domínguez, asesor estratégico de Holding Solo Expediciones, afirmó que “el principal desafío es hacer que la sustentabilidad sea alcanzable para todos. Si los turistas ven cómo cuidamos nuestro entorno, llevarán ese mensaje a sus países y el impacto se multiplicará”.
En décadas anteriores, el parque enfrentaba problemas significativos de acumulación de basura. Actualmente, hoteles y alojamientos aplican tratamiento de aguas, reducción del uso de combustibles fósiles y gestión estricta de residuos. Estos procesos son parte de la nueva normalidad y requisitos esenciales para competir internacionalmente.
Gastronomía con identidad y huella verde
Hotel del Paine ha desarrollado un huerto de 300 metros cuadrados, con invernaderos y cultivos al aire libre. Allí se producen 52 especies de hortalizas y hierbas locales, lo que garantiza frescura y resalta la gastronomía patagónica en cada plato.
Sebastián Benítez, asesor en jefe de alimentos y bebidas del hotel, explicó: “Diseñamos menús que cambian según las estaciones, resaltando cada producto en su mejor momento. Cuando la espinaca está en su punto, la convertimos en protagonista junto a nuestro salmón ahumado artesanal”.
Además, el bar incorpora cocteles de autor inspirados en la huerta y bosques locales, mientras que la cerveza artesanal producida junto a Maltok cierra el ciclo de la economía local.
Energía limpia y eficiencia en recursos
La implementación de paneles solares ha reducido el uso de combustibles fósiles en un 90%, mientras que plantas purificadoras permiten un uso responsable del agua, devolviendo este recurso al ecosistema sin impactos negativos. La gestión integral de residuos y programas de educación ambiental complementan el enfoque de sostenibilidad.
“Cada acción se integra en un ciclo sustentable: la huerta disminuye transporte de alimentos, el compost aprovecha residuos orgánicos, y la coctelería y cerveza fortalecen la economía circular”, indicó Benítez.
Turismo responsable y proyección internacional
El compromiso con prácticas sostenibles ha transformado la hotelería de Torres del Paine en un laboratorio vivo de turismo responsable, donde la hospitalidad y la conservación del ecosistema conviven. Los visitantes aprenden sobre prácticas sostenibles mientras disfrutan de la experiencia del parque, reforzando el rol de la región como referente global en turismo sustentable.
Bernardo Domínguez agregó: “Cada tonelada de CO2 evitada gracias a la energía solar contribuye a que los glaciares y bosques sigan vivos. La sustentabilidad no solo protege el entorno, también mejora la experiencia turística y genera conciencia global”.


