Jóvenes rurales de O’Higgins y Maule enfrentan barreras como financiamiento escaso y excesiva burocracia, pero mantienen su arraigo territorial y deseos de impulsar el desarrollo de sus comunidades
En la Universidad de O’Higgins, sede Rancagua, se presentó el “Estudio de caracterización de juventud rural emprendedora en las regiones de O’Higgins y Maule”, una investigación pionera impulsada por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) en conjunto con el Ministerio de Agricultura y el Instituto Nacional de la Juventud (INJUV).
Este análisis busca comprender el perfil, las brechas y los desafíos de los jóvenes que emprenden en el mundo rural chileno, un segmento clave para el desarrollo económico y social de los territorios.
“Este es un campanazo para el Estado. Necesitamos que instituciones como Indap, FIA, INJUV, Sercotec, Corfo y FOSIS trabajen de manera articulada para fortalecer el ecosistema de emprendimiento rural joven”, señaló el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela.
Uno de los datos más relevantes es que, pese a las dificultades, la mayoría de los jóvenes rurales desea permanecer en sus territorios y seguir desarrollando sus proyectos en los próximos cinco años, lo que demuestra un fuerte arraigo y compromiso con sus comunidades.
Principales barreras: financiamiento, burocracia y falta de formación
Los resultados, presentados por Francisco Díaz, jefe de Formación y Vinculación de FIA, revelan que las principales dificultades que enfrentan los jóvenes son:
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Falta de financiamiento y dificultad para acceder a fondos públicos.
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Exceso de burocracia, especialmente en permisos sanitarios y procesos institucionales lentos.
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Déficit en capacitaciones específicas y falta de redes de apoyo.
“Este estudio visibiliza por primera vez a la juventud rural emprendedora en Chile. Los jóvenes tienen empuje, pero también críticas claras: sienten que faltan capacitaciones y que desconocen las instituciones que podrían apoyarlos”, enfatizó la directora ejecutiva de FIA, Francine Brossard.
Llamado a fortalecer el ecosistema rural
El estudio plantea la necesidad de mejorar el acceso a información, programas de formación y financiamiento para la juventud rural, además de generar instancias de colaboración efectiva entre el mundo público, privado y la academia.
“Fortalecer a la juventud rural no es solo apoyar emprendimientos, es asegurar el desarrollo sostenible del campo chileno”, recalcó la directora de FIA.
Sin duda, este diagnóstico marca un precedente para diseñar políticas públicas que respondan a las necesidades reales de los jóvenes rurales, quienes, a pesar de los obstáculos, continúan apostando por la vida en el campo, la innovación y el desarrollo de sus comunidades.