Por Gregory Rojas A. Encargado Curricular Pedagogía en Educación Física, Universidad Central – Coquimbo
El envejecimiento es un proceso dinámico, gradual e inevitable que implica cambios biológicos, psicológicos y sociales a lo largo del tiempo. En Chile, la población mayor ha crecido sostenidamente: según el INE, el 14% de las personas tiene 65 años o más, mientras que en 1992 era solo 6,6%.
En la Región de Coquimbo, esta cifra llegó al 14,4% en 2024, con las comunas de Coquimbo (31,7%) y La Serena (30%) concentrando la mayor cantidad de personas mayores.
Cada octubre se conmemora el Mes del Adulto Mayor, una oportunidad para reflexionar sobre cómo estamos envejeciendo como sociedad. Lejos de ser una etapa de pérdida, esta fase debe concebirse como un periodo pleno de posibilidades, donde la experiencia y la memoria se transforman en herramientas para construir comunidad. Para ello, es necesario un compromiso colectivo que promueva un envejecimiento activo, saludable y socialmente integrado.
La práctica regular de actividad física reduce el riesgo de enfermedades crónicas, mejora la salud mental y preserva la autonomía. Más allá de los beneficios fisiológicos, el movimiento es un lenguaje de vida: cuando una persona mayor camina, baila o se ejercita en grupo, reafirma su presencia en el mundo, desafía los estigmas de la pasividad y demuestra que la edad no define los límites del cuerpo ni la capacidad de aprender.
El desafío no es solo ofrecer espacios para ejercitarse, sino generar entornos que fomenten la participación social y el sentido de pertenencia. La soledad es uno de los grandes enemigos del bienestar; combatirla exige abrir centros comunitarios, universidades y espacios públicos para que el encuentro intergeneracional sea parte de la vida cotidiana. Moverse con otros revitaliza el ánimo, fortalece la autoestima y da propósito a la rutina.
En esta línea, destaca el Proyecto Envejecimiento Activo UCEN 2.0, impulsado por la carrera de Pedagogía en Educación Física de la Universidad Central sede Región de Coquimbo. Este programa, único en la zona, se desarrolla en los semestres finales de la malla y brinda atención gratuita a personas mayores de La Serena y Coquimbo.
Además, promueve el trabajo interdisciplinario con Enfermería, Kinesiología, Ingeniería Civil en Computación y Nutrición, integrando docencia, investigación y extensión en torno al bienestar integral.
Desde la educación, la salud y las políticas públicas, el llamado es claro: dejar de ver el envejecimiento como un problema y reconocerlo como un logro social, una inversión a futuro. Cada persona mayor activa es un ejemplo de resiliencia y esperanza. Octubre no debe ser solo un mes conmemorativo, sino un impulso para construir una cultura que valore la vejez como una etapa de plenitud.
Envejecer activamente no es prolongar la vida, sino dignificarla. El movimiento físico, emocional y social es la esencia de lo humano, y mantenerlo vivo es una tarea compartida por toda la sociedad.
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