La Región del Biobío celebró por primera vez el Día del Jurel con actividades simultáneas en Concepción, Talcahuano y Coronel. El evento destacó al jurel como símbolo de la cultura gastronómica nacional y relevó sus beneficios para la salud, a la vez que lanzó una campaña para recolectar firmas y oficializar la efeméride en el calendario nacional.
El Biobío concentra los mayores desembarques pesqueros de jurel del país, un pescado reconocido globalmente por sus propiedades nutricionales y catalogado como “súper alimento”. Esta proteína marina no solo forma parte de la dieta chilena, sino que sostiene miles de empleos en comunas costeras y mantiene activa una vocación productiva tradicional.
“En nuestra región se ubica la capital mundial del jurel y esto es algo que nos llena de orgullo (…) El jurel es historia, prosperidad y un ejemplo concreto de que, con un trabajo bien hecho, se puede llegar a ser potencia mundial”, señaló Macarena Cepeda, presidenta de Pescadores Industriales del Biobío.
Campaña para oficializar el Día del Jurel
Durante la actividad se entregaron 1.800 sándwiches de jurel preparados en vivo por profesionales de Inacap junto a nutricionistas de la Universidad San Sebastián. La demostración buscó promover las propiedades del pescado: alto contenido de Omega 3, vitaminas y minerales, además de su versatilidad gastronómica.
En la jornada se inició una campaña ciudadana para que el 25 de septiembre sea incorporado oficialmente en el calendario nacional como el Día del Jurel. Cientos de personas firmaron a través de un código QR para respaldar la iniciativa, que busca institucionalizar una fecha que reconozca la tradición del pescado característico del Biobío.
“El jurel es dignidad, trabajo, soberanía y, sobre todo, un pescado al que las personas le tienen cariño, porque traspasa generaciones y se ha convertido en parte de la despensa de los chilenos”, concluyó la dirigenta.
Desafíos regulatorios para la industria pesquera
La presidenta del gremio advirtió que las reformas impulsadas por el Gobierno —la Ley de Fraccionamiento que reduce en 20 % las cuotas industriales y un nuevo impuesto a las compras internacionales de jurel, junto con las subastas de derechos de pesca vigentes hasta 2032— podrían significar una reducción de hasta 40 % de la actividad industrial del Biobío y cierres de plantas.
“Hay un diseño del Ejecutivo por introducir reformas estructurales en un sector pujante de la economía del Biobío (…) Es fundamental generar un espacio de entendimiento con todos los actores, donde se comprendan realmente las complejidades del sector pesquero industrial”, agregó Macarena Cepeda, presidenta de Pescadores Industriales del Biobío.