Encuesta regional revela que mayoría de personas considera necesaria una ley que obligue a donar o rescatar alimentos, mientras hábitos domiciliarios y desconocimiento del marco legal persisten
Encuesta de Cheaf realizada a 5.858 personas en Argentina, Chile y México revela que el 57,6% de la población considera que debería existir una ley que obligue a donar o rescatar alimentos. A nivel de países, Chile encabeza esta postura con un 63,5%, seguido por México (56,2%) y Argentina (55,3%).
El estudio, llamado Encuesta Regional sobre Percepción de Desperdicio de Alimentos 2025, también mostró que existe desconocimiento sobre las normativas vigentes. En Argentina, un 71,8% de los encuestados desconoce si existen leyes al respecto; en Chile, el desconocimiento alcanza el 64%; y en México, a pesar de tener legislación sobre prevención de desperdicio, el 59,4% desconoce su existencia.
Kim Durand, cofundador y CEO de Cheaf, explicó que “pese a este interés mayoritario por contar con leyes que regulen sobre la materia, las personas no saben si en sus países ya existen normativas para combatir este problema”.
Por su parte, Elena López, cofundadora y COO de Cheaf, indicó que “es clave acompañar las acciones con generación de conocimiento sobre el problema y las soluciones disponibles, para que las leyes no se conviertan en letra muerta”.
Percepciones sobre actores y hábitos
La encuesta identificó también la percepción ciudadana sobre quién lidera la reducción del desperdicio. ONGs y bancos de alimentos son considerados los actores más efectivos, seguidos por supermercados y hogares, mientras que restaurantes, pequeños comercios y gobiernos ocupan los últimos lugares.
Durand destacó que “la ciudadanía percibe que la respuesta está siendo liderada desde las bases, pero hace falta un acompañamiento institucional y empresarial más decidido”.
En cuanto a hábitos domiciliarios, 54,2% de los encuestados afirma botar comida solo una vez al mes o menos, mientras que 23,1% lo hace entre una y dos veces por semana, cifra que en Chile se eleva al 26,4%. Entre los alimentos más desperdiciados se encuentran comidas preparadas y sobras (62,12%) y frutas y verduras (54,89%), siendo la descomposición antes de su uso (62,87%) la principal causa.
A pesar del reconocimiento del problema, menos de la mitad de la población percibe urgencia en su abordaje. En Chile, 45,5% considera que requiere atención inmediata, seguido por México (42,4%) y Argentina (39,9%).
Acciones domésticas y soluciones
El estudio también destaca que las personas están adoptando estrategias para reducir el desperdicio, tales como congelar alimentos (71,6% a nivel regional, 76,45% en Chile), planificar las compras (53,37%) y reutilizar sobras o cocinar con excedentes (49,67%).
Elena López señaló que “aunque las personas entienden el impacto ambiental, reconocen desperdiciar alimentos principalmente por mala planificación doméstica. Soluciones prácticas como recetas de rescate o guías de conservación pueden marcar la diferencia entre que un alimento llegue a la mesa o termine en la basura”.
El estudio revela la importancia de combinar políticas públicas, educación y hábitos domésticos para enfrentar el desperdicio, un problema que, según los encuestados, contribuye significativamente al cambio climático, con 55,2% de los chilenos señalando su impacto elevado en comparación con Argentina y México.


