Curaco Gourmet, un emprendimiento con sabor dulce y picante desde el corazón de la Araucanía

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Ginette Rivera Tralma, es una emprendedora mapuche que está dándose a conocer por su comercialización del merkén, los condimentos y varias hierbas deshidratadas con un toque muy gourmet. Hoy, de la mano de las capacitaciones, le está dando vida a un negocio -desde la esencia del mundo rural- con claros elementos diferenciadores que la hacen soñar con llevar su productos a nivel nacional e internacional


En conversación con Poder y Liderazgo, destaca como ha ido avanzando gracias a la articulación efectuada entre el Gobierno Regional de La Araucanía, la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) e INDAP, que focalizó esfuerzos para impactar positivamente en el emprendimiento innovador regional del sector campesino. “Estoy sumamente agradecida del curso que hice, de lo que aprendí en gestión de la innovación en el negocio hortícola y frutícola. Hoy soy una de las alumnas que tiene su emprendimiento formalizado y ordenado, y ello me enorgullece”.

Ginette Rivera fue una de las alumnas que aprobaron el curso Gestión de Negocios Innovadores, con énfasis en Horticultura y Fruticultura, dictado por la consultora Innovación Chile, quien tras participar activamente, adquirió conocimientos de marketing, gestión innovadora de empresas, coaching para la innovación, alternativas de agregación de valor y modelos de negocios innovadores.

Además, y según ella misma destaca, se aplicó el “Aprender Haciendo”, una iniciativa que consideró una metodología basada en la “didáctica conversacional”,  estimulando así el aporte de los conocimientos propios de los participantes, los que se acompañaron con la experiencia de otras realidades presentadas durante el desarrollo de los módulos. “Creo que siempre es bueno tener mayores conocimientos y gracias a esta iniciativa, uno va aprendiendo de los profesores y más que todo, de la experiencia que tienen otros y eso te enriquece, pues otras personas -en especial agricultores- compartieron las ideas que tenían, y me pueden servir para algún día aplicarla en un proceso innovador dentro de mi emprendimiento”.


¿Cómo llega al tema del ají?

“La idea de mi negocio empezó hace tiempo, más o menos en el 2009, aprovechando capacitaciones que dio la Escuela de Agronomía de la Universidad Católica. Ahí una coordinadora que era una mujer muy visionaria y con harto espíritu de ayudar a otros, nos dio la idea de pensar en la forma de cuáles de los productos, como verduras y vegetales, eran los más adecuados y que podrían abarcar a varias personas para poder hacer un negocio. Esta docente, que hizo un doctorado con el tema del ají, nos apoyó realmente”.

“Posteriormente se hizo un diagnóstico por medio de la FIA, institución que aprobó los recursos y realizó un diagnóstico para ver cuánto, en qué forma, qué variedades y qué podría servir para comercializarlo. En nuestra zona se da más el ají y así fue como llegaron a la conclusión de trabajar con el ají cacho de cabra”.

“En  Angol hasta el norte de Imperial se comercializa mucho el merkén, ya que es una zona muy especial por su microclima que favorece la producción del ají. Así que con la idea de mi propio negocio, llegué hasta mi propio merkén, un producto envasado en un formato gourmet con lo cual el producto sube algo su precio pero es otra cosa, es un ají distinto. No es ni parecido a la forma en que se vende actualmente en la feria Pinto o en otros locales donde no es un producto bueno, ni siquiera se hace con la receta antigua… Siento que lo han industrializado, y por ello pierde su esencia”.


No sólo merkén…

“No me quede haciendo merkén como único producto, porque ya hace rato mi negocia se habría acabado. Por el contrario, me puse a trabajar con condimentos deshidratados, aprendí a deshidratar las verduras y eso lo mezclé con el conocimiento ancestral mapuche de recetas que mi parientes mujeres, mis papás hacían y ahí he logrado hacer una línea de condimentos bastante amplia, una idea para carne, condimentos para ensalada, aliños para pescados entre otros. A ello sumé las hierbas aromáticas que también son conocimientos ancestrales, donde aprendí mucho, y por eso cuando alguien me pregunta que diferencia a mi producto de otro, yo le digo que la mezcla que une sabor, aroma y tradición”.


¿Siente que ha tenido apoyo para emprender?

“Si, pues gracias al apoyo del sector público  me he capacitado, y lo cierto es que he tratado de aprender cada día algo nuevo… Siento que aproveché  bien la oportunidad que se me brindó, pues aprendí mucho en el marco de varios cursos que realicé en distintos años”.

“Gracias a las capacitaciones conocí la parte básica de deshidratado, de cómo ver el tema del ají desde la siembra, todo lo que es el tema de la higiene, todo lo que conlleva armar un negocio desde un huerto hasta el producto final que era en mi caso el merkén”.

“Pero no solo las capacitaciones han sido una gran ayuda, también unos recursos que entregó el sector público para hacer unas plantas fue un tremendo aporte. Por medio del FIAS, se financiaron unas pequeñas plantas de proceso en cinco comunas de La Araucanía y dentro de eso, se hizo una donde yo vivo, y así quedamos con una planta de proceso que nos serviría a varias mujeres que comenzamos el emprendimiento, pero finalmente ellas se fueron casi todas bajando del proyecto, y prácticamente seguí adelante sola”.

“Actualmente tengo un apoyo directo de INDAP, que por medio de sus colaborados, potencian a personas como yo, trabajadoras y con la idea de emprender. Gracias a apoyo como éste, nos van dando herramientas para que no solo nos quedemos con la idea, sino que la realicemos, concretando lo aprendido y sacándole provecho a la capacidades que tenemos de hacer algo con el tema agrario, llegando finalmente a un producto del agro elaborado, que es justamente lo que yo estoy haciendo. Ese apoyo me ha servido para el impulso y el desarrollo de mi emprendimiento”.


¿Qué ha sido lo más complejo de emprender?

“Aunque tuve un aporte importante en infraestructura, lo difícil y donde tuve que trabajar mucho, fue para poder tener la resolución sanitaria y formalizar el negocio. Ahí hubo un trabajo bastante arduo, de mucho esfuerzo para poder lograrlo. Pero lo hice, y hoy me llena de orgullo”.

“Por mi experiencia y lo que comentan otros, una de las mayores dificultades a las que nos enfrentamos los emprendedores es la falta de recursos económicos, lo que influye mucho para poder afianzarse como emprendedor”.

“Para tener éxito hay que además del dinero para partir, hay que tener paciencia y la humildad de reconocer que uno no tiene un estudio formalizado, universitario o técnico o lo que sea, y que se necesita capacitarse. Si no hay capacitaciones y no nos damos el tiempo de escuchar al otro, no puede salir algo bueno para nuestro emprendimiento”.


¿Qué valoras de todo este proceso?

“El que se de la oportunidad de emprendedor a personas mayores, aunque siendo sincera creo que no importa si es joven o mayor, lo realmente que vale es que tenga conocimiento acerca de lo que quiere hacer y del armado del emprendimiento… Así es como yo he podido armar mi negocio”.


¿Errores?

“El confiar a veces en personas que no cumplieron con lo que prometieron, y ahí sentí que se aprovechaban de uno. Pero de los errores se aprende, y hoy tengo más cuidado en quien creer y en quien confiarle mi emprendimiento”.

“Ese mismo error terminó ayudándome, pues me apoyé en personas más cercanas, y eso me ha permitido ir cada día mejorando mis productos. Empecé con sachet, y ahora estoy trabajando con frascos y eso me ha abierto las puertas en tiendas gourmet. También estoy entregando souvenirs, y veo como mis productos se venden mucho para regalos institucionales”.


¿Qué ha sido lo mejor de tu negocio?

“Me ha permitido vivir de mi emprendimiento. Empecé desde cero… desde la nada, con apenas un kilo de ají. Y si bien me costó mucho, he avanzado también mucho para ser una mujer campesina, porque eso soy, una mujer de campo que tuvo la idea de seguir adelante y que vio una oportunidad de trabajo”.

“Ahora comencé a soñar, y quiero algún día tener mi propia empresa… No quiero quedarme en solo soñar”.


Lo cierto es que Ginette Rivera sabe de lo que habla, porque emprender con éxito en el rubro del merkén en La Araucanía no es fácil, “pues es una región donde lo que más hay es merkén y hay mucha gente que trabaja con este producto y por ello cuesta mucho diferenciarse y lograr ser el mejor, y en eso estoy yo, capacitándome para llegar a los mercados más altos, más exigentes y poder tener una venta segura todos los meses, y poder decir que Curaco Gourmet es de lo mejor de mi zona”.

No es de extrañar que en un futuro muy cercano nos encontremos con los productos de esta emprendedora en distintas regiones o en el extranjero, hasta donde llevará sus sabores dulces y picantes que conjugan experiencia y tradición hechos por manos campesinas desde el cultivo hasta el final y que reafirman que en regiones se pude soñar… se puede empredender.


 

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