El próximo Black Friday del 28 de noviembre se proyecta como una de las jornadas de mayor actividad en el comercio digital chileno, aunque marcada por un incremento sostenido en los intentos de fraude. Según el Informe de Sistemas de Pago del Banco Central de agosto de 2025, las tarjetas de crédito concentran cerca del 50% de los montos denunciados, consolidando una tendencia al alza que preocupa a consumidores y comercios.
Aumento de señales de riesgo durante eventos masivos
La alta demanda que caracteriza estas fechas tiende a generar un escenario favorable para los ciberdelincuentes. En este contexto, Lucas Souza, gerente de Innovación de Kuvasz Solutions, señala que durante estos eventos de alto tráfico “los intentos de fraude se disparan porque los delincuentes aprovechan que la gente compra apurada y que las plataformas están más exigidas de lo normal. La velocidad de la jornada facilita que actividades riesgosas pasen inadvertidas”.
Souza añade que las estafas actuales han evolucionado. Ya no se basan exclusivamente en correos o enlaces falsos, sino en suplantación de identidad y patrones anómalos detectados durante el proceso de compra.
“Es muy difícil que un humano detecte estas señales a simple vista; por eso es clave usar herramientas capaces de identificar patrones de riesgo en tiempo real. La prevención hoy depende de la capacidad tecnológica de anticiparse al delito”, afirma el especialista.
Patrones críticos detectados en el comercio digital
De acuerdo con datos de Kuvasz Solutions, entre las señales frecuentes que se intensifican en fechas como el Black Friday destacan documentos adulterados, inconsistencias en la creación de cuentas nuevas y uso reiterado de dispositivos distintos para un mismo usuario.
También se observan cambios bruscos de comportamiento, como montos inusuales o compras consecutivas en diferentes comercios, además de discrepancias entre la información declarada y la ubicación geográfica del dispositivo.
Para reducir los riesgos, la empresa recomienda a los consumidores comprar solo en plataformas oficiales, evitar redes Wi-Fi públicas, activar autenticación en dos pasos y monitorear constantemente los movimientos bancarios. A los comercios se les sugiere adoptar sistemas de validación robusta de identidad y alertas proactivas.
Souza sostiene que “la velocidad del delito exige tecnología capaz de anticiparse, no solo de reaccionar. Hoy, la protección depende de detectar el fraude antes de que se concrete, especialmente en momentos de tráfico masivo”.


