La Patagonia chilena vuelve a posicionarse en el calendario internacional del trekking con la realización del Fjällräven Classic Chile, programado entre el 5 y 9 de diciembre. La travesía reunirá a caminantes de distintos países en un recorrido autoguiado de 73 kilómetros por rutas emblemáticas de Torres del Paine, consolidando a la región como un destino relevante para experiencias de naturaleza y turismo responsable.
Patagonia como eje del trekking responsable
El evento nació en Suecia hace más de dos décadas con un propósito educativo: enseñar a caminar con autonomía y respeto por el entorno. Según la organización, la versión chilena mantiene esa filosofía mediante un formato colaborativo que combina logística, acompañamiento técnico y formación previa en buenas prácticas de montaña.
Penny Schröder-Smith, gerente de comunicaciones de Fjällräven International, enfatiza la relevancia del territorio patagónico en la expansión global del Classic. “No es una carrera. Es una invitación a disfrutar el trekking a un ritmo humano, con tiempo para conectar con el paisaje y con las personas. Traer Fjällräven Classic a Chile nos permite celebrar este entorno y colaborar a largo plazo con socios locales en un estilo responsable de turismo al aire libre”.
La organización entrega seguridad, puntos de control y asesorías, mientras cada participante transporta su propio equipo. Este modelo busca fortalecer la autonomía y la relación directa con el paisaje. Para Schröder-Smith, la región de Magallanes “se alinea estrechamente con los valores de Fjällräven, especialmente el respeto por la naturaleza y la convicción de que el tiempo al aire libre puede ser transformador”.
Impacto local y proyección internacional del evento
Aunque esta es la segunda edición en Chile, el impacto turístico ya se percibe en la zona. Victoria Solo de Zaldívar, gerente general de Hotel del Paine, destaca el creciente interés internacional por experiencias de inmersión en Torres del Paine. “En los últimos años hemos visto un crecimiento fuerte de viajeros que buscan una conexión auténtica con la naturaleza. Ya no se trata solo de contemplar, sino de caminar, sentir y vivir el paisaje desde adentro”.
El recorrido finalizará el 9 de diciembre en Hotel del Paine, punto estratégico elegido por la organización. Para Solo de Zaldívar, el cierre representa una oportunidad para consolidar hospitalidad y coherencia con el espíritu del Classic. “Nuestro foco es ofrecer descanso real, alimentación adecuada y un espacio preparado para recibir a quienes vienen de varios días en la montaña. Es una visibilidad enorme a nivel nacional e internacional”.
Además del esfuerzo físico, la organización describe el Classic como una experiencia humana que promueve comunidad, aprendizaje y conciencia ambiental. Incluye formación previa, apoyo de voluntarios locales y jornadas de intercambio entre participantes de distintos países.
Schröder-Smith señala que el evento proyecta una ventana global hacia la Patagonia. “Los Fjällräven Classic se han convertido en puntos de contacto internacionales, atrayendo a senderistas y medios especializados. Un Classic en Chile permite mostrar los paisajes únicos de Torres del Paine, su cultura y su vida silvestre”.
Solo de Zaldívar coincide en el valor estratégico que genera para la región. “Diversifica la oferta, amplía la temporada y atrae a un visitante que valora el respeto por el entorno. Esa coherencia es muy valiosa para el destino”.


