Por Margarita Ducci B., Directora Ejecutiva Pacto Global Chile, ONU
Más del 60% de los signos vitales del planeta muestran un deterioro alarmante, según el último informe “Estado del Clima 2025”. La ciencia advierte que la ventana para actuar se está cerrando, y que la inacción podría tener consecuencias irreversibles.
Este reciente documento entrega una señal que ya no podemos ignorar: más del 60% de los signos vitales de la Tierra están empeorando. No se trata de una metáfora, sino de un diagnóstico riguroso sobre la salud del planeta, elaborado por científicos de universidades de todo el mundo. De los 34 indicadores que miden su “pulso”, 22 muestran un deterioro alarmante. La Tierra está enferma, y su fiebre se siente cada vez con más fuerza en todos los continentes.
Las consecuencias de esta crisis climática se reflejan en fenómenos que ya forman parte de nuestra realidad: olas de calor, lluvias torrenciales, pérdida de biodiversidad, inseguridad alimentaria y nuevas enfermedades que amenazan la salud pública. El impacto ambiental se traduce en efectos sociales y económicos profundos. Como advierte el estudio, el deterioro ambiental afecta la productividad, la estabilidad y el bienestar de millones de personas.
El científico William Ripple, uno de los autores del informe, advierte que sin estrategias eficaces enfrentaremos riesgos cada vez mayores, capaces de desestabilizar los sistemas que sustentan la vida. Y, sin embargo, seguimos discutiendo si debemos o no actuar, como si aún tuviéramos tiempo.
En Chile, vemos las señales con claridad: sequías prolongadas, incendios forestales, escasez hídrica y pérdida de ecosistemas. El cambio climático no es un fenómeno futuro, sino una realidad presente que demanda respuestas decididas desde todos los sectores.
Desde Pacto Global Chile promovemos el compromiso del sector privado con la acción climática, la innovación sostenible y la transición justa. Sabemos que las estrategias de mitigación son posibles, necesarias y rentables. Pero, sobre todo, son un imperativo ético. No se trata solo de reducir emisiones, sino de repensar nuestro modelo de desarrollo y nuestra relación con la naturaleza.
El desafío es moral, político y humano. No hablamos de salvar al planeta, la Tierra sobrevivirá, sino de preservar las condiciones que hacen posible la vida y el progreso humano.
La ciencia ya habló. Es momento de escuchar y actuar con convicción. La sostenibilidad no es una opción, sino el único camino viable hacia el futuro que queremos construir.
Esperemos que la COP30, que se realizará en unos días en Brasil, nos movilice a lograr acuerdos significativos por el bien de la humanidad.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor (a) y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poderyliderazgo.cl


