La peligrosa pérdida de los valores Democráticos: El ensalzamiento de la Violencia y la Censura.

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Por: Bernardita Espinoza V. Ingeniero Civil Industrial de la Universidad de Chile


Preocupa la falta de sensatez y templanza de nuestros líderes, preocupa su búsqueda sin miramientos ni decencia alguna de notoriedad, en la era de las redes sociales, de la inmediatez, de la pirotecnia y la farándula, todo lo que impacta, y por ende “vende” parece ser válido.

Los políticos de carácter templado, de juicio sensato y de comportamiento integro están en extinción, y no es porque ya no hayan ciudadanos con dichas características, sino que porque la sensatez, la integridad y la prudencia no provocan la notoriedad necesaria para hacerse conocido, y por ende para la cosecha de insensatos votos necesarios para prevalecer.

Los actos propagandísticos extremistas están a la orden del día con el uso indiscriminado de las redes sociales, llegando a extremos como los casos como el de José Antonio Kast y Gabriel Boric respecto de exhibirse con propaganda que denosta y hace mofa del sufrimiento humano.

En un caso, el ex diputado de la República y candidato de la Ultraderecha José Antonio Kast se luce con un adepto que lucía una polera “Helicopter Tours”, polera que homenajeaba mediante una cruel mofa las muertes clandestinamente provocadas durante la Dictadura Militar a adversarios políticos o simplemente detractores “lanzándolos al mar desde Helicópteros militares”, una mofa inaceptable en cualquier ser humano, más aun en un representante político de un país democrático, de las muertes violentas de ciudadanos chilenos, sin juicio justo, sin condena, sin vergüenza y sin señal alguna de arrepentimiento de sus autores, luego de décadas.

En el segundo caso, y que a mi entender no en el fondo, pero si en la forma, reviste de mayor gravedad, lo de Gabriel Boric,  quien ejerce de diputado de la República en la actualidad, y exhibe sin la mínima cordura que merece su investidura,  públicamente, una polera que recibe de regalo, que muestra a un Senador de la República de Derecha, de un gobierno democrático, acribillado en un acto de violencia injustificado contra un ciudadano chileno, obviamente sin mediar juicio justo, sin condena, sin vergüenza y sin señal alguna de arrepentimiento de sus autores, luego de décadas. Acá el agravante, es claro lo macabro de la imagen del estampado de la polera y el hecho que Boric haya visitado al asesino confeso en clara señal de apoyo. Cuestión que le resta fuerza a su supuesto arrepentimiento.

Y es que hay que tener mucho cuidado con nuestra Democracia y con no comprender el rol de los poderes del Estado, justificando las muertes homenajeadas por dichas poleras, a causa de actos, liderazgos u omisiones cometidos por los asesinados, pues Chile es una República democrática donde la justicia se ejerce mediante el derecho y no es aceptable ejercerla mediante abusos de poder clandestinos o bien actos de violencia terrorista.

Esta señal grave de falta de criterio y de entendimiento de la democracia, es también reforzada, en estos días por el intento de legislar y posibilitar “la censura”, aduciendo que hay pensamientos que no se pueden tener, ni expresar en un país democrático. Y la paradoja de la democracia es que justamente censurar a quienes la agreden con sus opiniones, es también una agresión a la democracia, no solo por lo esencial y valórico que implica la democracia, sino que también, por la imposibilidad en la práctica de establecer límites objetivos y que no sean políticamente manipulables de cuales pensamientos y expresiones se deben o no censurar. Quien decide, quien tiene esa superioridad moral y de pensamiento, sobre todos, que pueda decir y dirimir sobre que dichos deben emitirse y cuáles callarse?

¡Si incluso el Tribunal Constitucional, en otro acto de barbarie mediáticamente azuzado ha sido violentado!

Es el momento de decir, ¿a ver, qué nos está pasando?, luego de una larga y dolorosa época que incluyó una Dictadura asesina (que algunos tratan de defender a la vista de algunos resultados macroeconómicos), hace ya 30 años recuperamos la Democracia que representa el espíritu de un país de tradición republicana, y sin embargo, aun parecemos no entender o nos olvidamos en que consiste la Democracia.

Se nota que no se entiende la independencia de los tres poderes del Estado (a diario leo quienes pretenden que el gobierno censure o fuerce a los jueces a dictaminar acorde a sus propios criterios), se nota que no se entiende en concepto de Soberanía (Nación Mapuche??… La novena región transformada en un pueblo sin ley?), que no se entiende el concepto de libertad de pensamiento y expresión (implantar una ley mordaza donde unos decidan que se puede decir y que no), sino que además y lo que es mucho más peligroso, nuestros representantes están demostrando cero respeto por la vida y dignidad humana, y nosotros les estamos premiando con mayor popularidad por su descriterio.


El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.


 

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