Una expedición científica internacional busca obtener nuevas evidencias para reconstruir la historia climática del Desierto de Atacama, utilizando muestras de agua, sedimento y material particulado del Pacífico Sur. El académico UCSC Dr. Sergio Contreras participó en el crucero SO315 “CARNIVAL”, proyecto que reunió a 27 investigadores de Chile, Estados Unidos y Alemania.
Ciencia internacional para estudiar la conexión océano-tierra en el Atacama
El objetivo central de la misión es comprender cómo un territorio tan árido como el Atacama pudo registrar en el pasado episodios de alta vegetación y flujos masivos de agua. El Dr. Contreras señala que la evidencia geológica disponible revela un paisaje distinto al actual.

“Cuesta imaginar que este desierto pudo haber sido verde o lluvioso, pero la evidencia está ahí. Hay registros milenarios que muestran bosques y por ende se infieren descargas de ríos importantes en sectores donde hoy casi no llueve”, explicó Contreras.
El equipo del académico se enfocó en el análisis de material particulado, buscando marcadores vinculados a vegetación transportada desde el continente hacia el océano. Para ello, la expedición visitó estaciones clave donde convergen procesos atmosféricos y marinos, como la Desembocadura del Loa, Caleta Vítor y Quebrada Camarones.
“Lo más interesante fue llegar muy cerca de la Desembocadura del Loa y a estos oasis costeros. Son verdaderas ventanas al pasado que permiten entender interacciones entre clima, vegetación y ocupaciones humanas”, destacó el investigador.
Tecnología avanzada y nuevas oportunidades de investigación
La campaña utilizó equipamiento especializado del Instituto Max Planck, incluyendo bombas autónomas capaces de filtrar miles de litros de agua a distintas profundidades, tecnología que no está disponible en Chile.
“Para mí filtrar 360 litros toma casi 24 horas. Estas bombas hacen 3.000 litros en pocas horas. Es tecnología a la que en Chile simplemente no tenemos acceso”, enfatiza Contreras.
Además de material particulado, se recolectaron muestras genéticas, metagenómicas y microbiológicas que permitirán integrar procesos marinos, atmosféricos y terrestres. Los datos abrirán nuevas líneas de tesis en programas de posgrado UCSC y fortalecerán investigaciones vinculadas al Centro CIBAS y a los Objetivos de Desarrollo Sostenible ligados al cambio climático.
La expedición concluyó en Panamá, donde el investigador dictó charlas en el Instituto Smithsonian y la Universidad Marítima Internacional. Allí se reunió con graduados del Magíster en Ecología Marina de la UCSC, encuentro que para el académico refuerza el vínculo con la comunidad científica formada en Chile.
“Es fundamental mantenernos cerca de nuestros graduados. Que sepan que pueden contactarnos y que buscamos apoyar su desarrollo académico y profesional en el extranjero”, señaló.
El crucero se extendió por mes y medio entre Antofagasta, Arica y Panamá, consolidando colaboraciones científicas internacionales y aportando evidencia clave sobre la evolución climática del desierto más árido del mundo.


