La más reciente encuesta global de Ipsos, titulada “Actitudes hacia la COP30”, revela un escenario de desconfianza generalizada frente a la efectividad de la cumbre climática que se celebrará en noviembre en Belém, Brasil.
A nivel global, solo el 34% de los encuestados cree que la COP30 generará acuerdos efectivos frente a la crisis ambiental, mientras que el 49% la considera una reunión simbólica sin impacto real. En Chile, el 51% comparte esa percepción crítica, lo que sitúa al país entre los más escépticos de la región.
Según Miguel Pinto, subdirector de Estudios Públicos de Ipsos Chile, este clima de desconfianza responde a factores políticos y económicos. “En el hemisferio norte se ha instalado la idea de que las políticas de sostenibilidad frenan el desarrollo económico. Por eso, el entusiasmo con la COP es menor que en el sur”, explicó.
Desconfianza empresarial y demanda de acción climática
Un hallazgo central del estudio apunta a la responsabilidad empresarial frente al cambio climático. En promedio, el 69% de los participantes a nivel mundial considera que las empresas priorizan sus ganancias sobre el medioambiente. En Chile, esta cifra asciende al 73%, el porcentaje más alto de América Latina.
Además, un 71% de los chilenos apoya que se obligue a las compañías a destinar parte de sus utilidades a acciones climáticas, lo que refleja una demanda social por regulación ambiental más estricta.
En palabras de Pinto, “Las personas saben que gran parte de las emisiones proviene del sector privado, pero no perciben esfuerzos reales por priorizar el cuidado ambiental. Si se mejora la comunicación y la coherencia entre discurso y acción, la confianza podría recuperarse”.
Asimismo, el 54% de los chilenos cree que los multimillonarios deberían asumir los mayores costos de enfrentar la crisis climática, y el 59% respalda reparaciones financieras desde los países desarrollados hacia los más vulnerables.
Obstáculos y percepciones sobre el futuro climático
Respecto a los factores que podrían determinar el éxito o fracaso de la COP30, los encuestados destacan tres prioridades: reforestar y transformar el modelo económico (39%), compensar el daño ambiental (26%) y detener la deforestación (11%).
No obstante, la ciudadanía percibe importantes barreras estructurales: la falta de voluntad política (50% en Chile), la escasa aplicación de la ley ambiental (39%) y el insuficiente financiamiento para proyectos verdes (40%). Estos datos revelan una brecha entre las expectativas sociales y la capacidad institucional para enfrentar la emergencia climática.
Por otro lado, el conocimiento sobre la COP30 sigue siendo limitado. Solo el 11% de los chilenos identifica correctamente a Belém como sede del evento, y un 41% reconoce su propósito de negociar medidas contra el cambio climático, una cifra que refleja el desafío de comunicación global sobre este tipo de instancias.


