Chile avanzó un nuevo paso en la consolidación de sus capacidades científicas para estudiar microplásticos en ecosistemas antárticos, tras la realización de la reunión nacional “Microplásticos en el fin del mundo: ciencia nuclear contribuyendo a la protección de la Antártica”, organizada por la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN). La cita permitió ordenar prioridades, compartir diagnósticos y establecer bases para una agenda de trabajo común entre instituciones públicas, académicas y organismos internacionales.
El Director Ejecutivo (S) de la CCHEN, Richard González, destacó que “Chile cuenta con las capacidades, el talento y la convicción para avanzar en una ciencia que responde a los desafíos ambientales de nuestro tiempo. La articulación entre instituciones es fundamental para construir soluciones que trasciendan a cada organismo por separado”, señaló.
Asimismo, subrayó que este proceso apunta a fortalecer el aporte de la ciencia nuclear a la protección de ecosistemas vulnerables, incluido el territorio antártico.
Cooperación técnica y hoja de ruta para la investigación polar
La reunión reforzó la interacción entre Chile y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), en el marco del Programa de Cooperación Técnica. El organismo ha acompañado el desarrollo de capacidades científicas en el país desde 2025, con énfasis en investigación ambiental y monitoreo de contaminantes.
Raúl Ramírez, Jefe de Sección para América Latina del OIEA, destacó que Chile reúne condiciones para liderar estudios avanzados en la región, detallando que “hemos trabajado juntos para impulsar la creación de capacidades, fortalecer el compromiso ambiental y proyectar un desarrollo científico que contribuya directamente a la protección de los ecosistemas antárticos. Nuestro horizonte es construir una base científica y tecnológica robusta”.
Este trabajo se enmarca en el Memorando de Entendimiento firmado en 2024, que sustenta proyectos como el CHI0023 —ejecutado por la CCHEN— y el próximo CHI7015, a cargo del Instituto Antártico Chileno (INACH) desde 2026. Ambos procesos buscan consolidar técnicas analíticas avanzadas aplicadas al estudio de microplásticos y contaminantes emergentes.
Nuevas capacidades y líneas de investigación para la Antártica
Las discusiones del encuentro permitieron proyectar una hoja de ruta que prioriza la construcción de capacidades nacionales, el uso compartido de infraestructura científica y la apertura de nuevas líneas de investigación. En esta agenda participan la CCHEN, el INACH, universidades y laboratorios públicos como el Laboratorio de Toxinas Marinas de la Universidad de Chile.

El Subdirector Técnico del INACH, Andrés López, valoró que “esta instancia marca un punto de inflexión. Nos permite identificar nuevas líneas de investigación, integrar capacidades y abrir un espacio real de colaboración en un tema crítico para la ciencia polar. Es el camino correcto para fortalecer la presencia de Chile en el Continente Blanco”.
Por su parte, la Coordinadora del Programa de Cooperación Técnica Nacional del OIEA, Patricia Sotomayor, destacó que “este encuentro nos permite visibilizar capacidades, alinear expectativas entre las instituciones y detectar sinergias que consolidan el trabajo que Chile viene desarrollando. El foco es aumentar el impacto real de nuestra investigación”.
A partir de 2026 se iniciará un nuevo proyecto orientado al desarrollo de técnicas analíticas avanzadas para ecosistemas antárticos. La iniciativa incluye formación especializada, visitas técnicas y la integración de Chile en redes internacionales dedicadas al estudio de microplásticos y contaminantes emergentes.
El compromiso institucional apunta a fortalecer la cooperación, ampliar capacidades y asegurar que la ciencia nacional siga contribuyendo al conocimiento y protección de la Antártica, en un contexto de desafíos ambientales crecientes.


