[Comentario de Cine] Película: “Spider Man, lejos de casa”

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Por: Víctor Bórquez Núñez. Periodista y escritor


En un momento de este filme, se encuentra Misterio con Peter Parker en un bar y cuando el nuevo héroe le pregunta al Hombre Araña qué es en realidad lo que éste quiere ahora, la respuesta es simple, directa y lógica: quiere continuar con sus vacaciones en Europa, con sus amigos y tratar de enamorar a la chica que le quita el sueño.

Allí está la clave para entender y disfrutar de este filme: Peter Parker es casi un niño, un adolescente que -por casualidad o vaya uno a saber por qué- adquirió poderes extraordinarios tras la mordedura de una araña, pero que sigue siendo un chico que quiere estar con los suyos, pasarla bien y no tener la responsabilidad de salvar al mundo sobre sus hombros juveniles.

Está en plena demandas de sus hormonas y solo desea que la chica a la que ama lo mire, se dé cuenta de él. Porque Peter Parker podrá salvar al mundo, pero no ha logrado estabilizar el suyo.

Otro elemento interesante es que “Spider Man, lejos de casa” responde aquellas preguntas que quedaron en el aire tras finalizar “Avengers: Endgame”, sobre todo porque los fanáticos del “universo Marvel” cuestionaban cómo, después del épico y melodramático punto final de los Avengers, podía aparecer una película con Peter Parker de vacaciones por Europa, junto a los chicos de su clase en la secundaria.

Y de manera inteligente, el inicio de esta película entrega respuestas, contextualiza, nos da coordenadas y hasta se permite presentar un enfrentamiento que, de seguro, pronto nos acompañará en otros capítulos.

De igual manera, este filme se las arregla para contestar qué había sucedido con los seres humanos que quedaron vivos mientras los otros se habían evaporado por la maldad de Thanos: durante esos cinco años han crecido y siguieron envejeciendo mientras que los que volvieron mantuvieron la misma edad que tenían cuando desaparecieron.

En este “Spider-Man, lejos de casa”, hay elementos que cualquier espectador medio fanático debe considerar como clave: subrayan la idea de cuán importante fue Peter Parker (Tom Holland) para Tony Stark o Iron Man. De hecho, la presencia de Stark se deja sentir en toda esta entretenida historia y con razón.

Otro detalle es que este Spider-Man, como Ant-Man, se disfruta como una comedia de acción, dejando de lado toda la pesadez y la psicología que suele acompañar a algunos filmes de superhéroes, lo que resulta un lastre muy pesado en casi todas las ocasiones. Eso sí, acá el director Jon Watts no deja en ningún momento de lado las secuencias de acción, que son muchas y espectaculares, además de bien resueltas.

Hay secuencias (Venecia, inolvidable) y enfrenamientos (Londres, imperdible) en que los efectos especiales son de tal calidad que de seguro serán nominados para el Óscar en esta categoría, pues suponen un trabajo magnífico, elevando con creces la capacidad del cine para hacer posible aquello que no lo es.

Pero la secuencia que se lleva todos los aplausos en este rubro ocurre al promediar la película y se relaciona con la denominada realidad aumentada, aquella que juega hasta el límite con la ilusión de la realidad y, en este caso particular “Spider-Man, Lejos de casa” hace que los espectadores se sientan inmersos en aquello que no se logra diferenciar si es verdad o es una fantasía.

De este modo, Peter disfruta de un viaje de estudios a Europa con su clase, trata de ganarse el afecto de MJ (Zendaya), comparte con su buen amigo Ned (Jacob Batalon) que sabe que es el Hombre Araña, y al llegar a Venecia, un monstruo acuático ataca la ciudad de los canales, siendo dominado por Misterio (Jake Gyllenhaal), un superhéroe que proviene de la Tierra pero en otra dimensión que se gana el afecto del Hombre Araña.

Con un muy buen guion, sin baches, con humor adecuadamente sincronizado y con escenas de acción notables, “Spider Man, lejos de casa” se convierte en un vehículo de entretenimiento perfecto con muchísimas referencias a otras películas de Marvel, (Peter Parker recoge un escudo y evoca de inmediato al Capitán América, y lanza algo como si fuera el martillo de Thor, por ejemplo) y se permite emular el estilo visual que tuvo esa maravilla animada  y si hay algo donde embebe es en la animada que fue “Spider-Man: Un nuevo universo”, aunque por fortuna esta película tiene su propia historia y le saca mucho provecho, abriendo sendas interesantes para explotar (ojo con las escenas después de los créditos).

Este filme se disfruta porque no tiene la supuesta seriedad de los Avengers, tampoco ese ritmo pomposo y siempre épico. Acá lo que tenemos es un adolescente que se permite no contestarle las llamadas nada menos que a Nick Fury (Samuel L. Jackson), que no logra controlar sus temores para declararle el amor a MJ, un chico celoso de un compañero rival que tiene que asumir, aunque le cueste, que él y no otro es el escogido para seguir la senda de Iron Man. Vaya desafío.


El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.


 

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