Viviendas sociales: La deuda con la Clase Media

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Por: Carlos Ramírez Leaño, Presidente Cámara Chilena de la Construcción de Calama


Estamos rodeados de tierra y de un infinito desierto, sin embargo nos hemos dado cuenta que Calama necesita más espacio para expandirla tanto a nivel industrial como habitacional, por lo mismo  la escasez de terrenos es evidente para satisfacer las postergadas necesidades que tienen los futuros propietarios que sueñan con contar con una vivienda propia.

Según los resultados entregados por la encuesta CASEN 2015, en la segunda región, el déficit habitacional alcanza las 22.260 viviendas, situando a nuestra región entre las tres con más alto índice detrás de Biobío y Valparaíso. Por lo mismo actualmente sólo un 35% del déficit habitacional que existe en la II Región sería resuelto en el mediano plazo mediante las políticas impulsadas por el actual gobierno,  esto porque de las 22.365 familias que figuran, solamente 13.933 de ellas están trabajando en conjunto con el Serviu y otros organismos.

Entre los factores que influyen en este resultado se encuentra: el alto costo que presentan los terrenos y su factibilidad para construcción, costo de la mano de obra, falta de acceso a terreno fiscales y a la falta de diferenciación de los montos de los subsidios habitacionales en la región respecto al resto del país.

Recordemos el año 2014, cuando la Presidenta Michelle Bachelet dispuso que cuando se tratara de proyectos habitacionales, todos los terrenos de Bienes Nacionales, debían traspasarse gratuitamente al Serviu, situación que se ha llevado a cabo en la ciudad, y que ha ayudado a mitigar el déficit de viviendas sociales, sin embargo sigue afectando al subsidio de clase media en nuestra zona, ya que el costo de las viviendas sigue siendo muy elevado.

Por lo mismo, uno de los desafíos futuros de la ciudad está en las oportunidades para la clase media de acceder a una vivienda, esto está directamente relacionado con la falta de políticas que beneficien a este segmento de la población a nivel nacional.

Como gremio creemos que es necesario establecer las diferencias climáticas y socioeconómicas, de cada comuna y todo parámetro que sirva para diferenciar la entrega de los subsidios habitacionales, de manera que cumplan su rol fundamental que es apoyar el financiamiento de una vivienda nueva y de calidad, y de paso bajar la tasa de devoluciones de subsidio que hasta el momento existe.

Por ello el desafío para Bienes Nacionales y el MINVU respecto a los terrenos, es que tengan disposiciones a mejorar el marco regulatorio actual para permitir el crecimiento de la ciudad, ya sea por densificación, extensión, renovación o rehabilitación, de forma de satisfacer las necesidades y demandas de la población en el ámbito habitacional e industrial. De este modo se posibilitaría tanto la consolidación del suelo vacante al interior de la ciudad como de las zonas de la periferia, Calama y sus habitantes lo merecen.


El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.


 

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