Por: Richard Andrade C. Director Ejecutivo Poder y Liderazgo
Si hay una frase que se ha repetido hasta el cansancio durante los últimos días en la centroizquierda chilena es sin lugar a dudas “la responsabilidad política”.
Y como no. El candidato del oficialismo Alejandro Guillier, tras pasar a segunda vuelta junto con Sebastián Piñera, necesita de todas las fuerzas progresistas para llegar a La Moneda, y por lo mismo pide al Frente Amplio en su conjunto enfrentar con responsabilidad los resultados obtenidos tras los comicios del 19 de noviembre. En sencillo, el Senador por Antofagasta les pide actuar en consecuencia y acorde de lo que se espera de un conglomerado político con 20 diputados y un senador: tomar un decisión.
En tanto, los voceros y principales rostros del Frente Amplio han sido incapaces de asumir una posición concreta, real y formal de cara a segunda vuelta, mientras directivos de los diversos movimientos que integran al Frente Amplio opinan sobre el tema en los medios de comunicación. Y estas opiniones, que se escuchan en múltiples niveles y espacios, son tan dispares que resultan difíciles de entender para el votante de centroizquierda, pues van desde una declaración del tipo “un eventual Gobierno del expresidente Piñera significa un claro retroceso para Chile” hasta “es tarea de Alejandro Guillier convocar a los votantes del Frente Amplio”. Sin olvidar, la más ambigua de todas… “damos libertad de acción a nuestras bases”.
En la actual coyuntura existe un rol que se debe asumir y al parecer resulta mucho más complejo para quienes son los llamados a hacerlo.
En este escenario, a Guillier sólo le queda seguir trabajando para lograr la confianza de aquellos chilenos que no quieren a Sebastián Piñera en la presidencia una vez más. Debe reencantar y convocar al votante de Beatriz Sánchez, de Marco Enríquez – Ominami y de la propia Carolina Goic… y lo debe hacer desde la certeza de sus propias convicciones, esas mismas convicciones que le han permitido llegar hasta donde está a pesar de todos los malos augurios de los expertos electorales y encuestas dirigidas en favor de una determinada opción. Debe hacerlo con la misma convicción que lo llevó a asumir una candidatura presidencial desde un espacio ciudadano e independiente.
El 17 de diciembre los chilenos acudirán nuevamente a las urnas para definir al próximo presidente de Chile, y para ello necesitan definiciones concretas de quienes han recibido sus votos. Necesitan tener claridad de lo qué está pasando y de lo que sucederá, pues la responsabilidad política trasciende la historia y siempre resulta difícil de olvidar.
